Buenos Aires, 21 jul (EFE).- La economía de Argentina sintió en mayo pasado los efectos de la segunda ola de la covid-19, que obligó a imponer nuevas restricciones sanitarias, con una retracción en la actividad del 2 % en comparación con abril último.
De acuerdo a los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, con el recorte de actividad verificado en mayo, la economía de Argentina ha profundizado el estancamiento que registraba desde febrero último.
La bajada respecto a abril pasado, la mayor registrada desde el cuarto mes de 2020, se explica por las restricciones sanitarias impuestas por el Gobierno de Alberto Fernández en mayo para hacer frente al vertiginoso crecimiento de los casos de covid-19 que se produjo en ese mes.
«La actividad económica acusó el golpe que significó el aumento de los contagios y el endurecimiento de las restricciones durante mayo. La mayoría de los sectores desaceleraron su ritmo de crecimiento en la comparación interanual, y muchos mostraron mermas respecto de abril», observó la consultora Orlando Ferreres en un informe.
AVANCE INTERANUAL
Los datos oficiales difundidos este miércoles revelan que la actividad experimentó en mayo un crecimiento del 13,6 % en comparación con el mismo mes de 2020, la tercera subida interanual tras 19 meses consecutivos en bajada.
Pero este salto debe leerse a partir de una base de comparación muy pobre, ya que en mayo de 2020 la actividad económica aún estaba muy restringida por las severas medidas sanitarias adoptadas a finales de marzo del año pasado ante la irrupción de la pandemia.
El informe oficial indica que, de 16 actividades incluidas en el indicador, quince sectores productivos arrojaron mejoras interanuales en el quinto mes del año.
Pero en la mayoría de los casos las tasas de recuperación mostraron una desaceleración e, incluso, un sector fundamental en Argentina, como lo es la agricultura y la ganadería, anotó una caída interanual del 4,3 %.
En el caso de la industria manufacturera, el sector de mayor incidencia en el nivel general de la actividad económica de Argentina, la subida interanual fue del 29,9 %, bastante por debajo del salto del 55,1 % anotado en abril.
De acuerdo a un informe de la Unión Industrial Argentina difundido este miércoles, la actividad manufacturera se contrajo 1,5 % respecto a abril, acumulando dos meses consecutivos de variaciones negativas «en un contexto de segunda ola de covid» donde la producción se vio afectada por las restricciones a la circulación y un elevado ausentismo laboral, entre otros factores.
CAUTELOSO OPTIMISMO
Tras el hundimiento del 9,9 % en el PIB registrado en 2020 y pese a un segundo trimestre de este año con gusto a amargo, las perspectivas de recuperación para este año se mantienen, aunque los expertos no abandonan su cautela respecto a la situación sanitaria.
Los economistas privados que mes a mes consulta el Banco Central para su informe de expectativas corrigieron levemente al alza su proyección de crecimiento económico para 2021, a 6,3 %.
La corrección coincidió con la constatación de una leve mejora en la situación sanitaria, tras los récord de casos y muertes por covid-19 en mayo y junio, una flexibilización de las restricciones y una aceleración de la campaña de vacunación.
Además, para los próximos meses, en los que Argentina celebrará comicios primarios y elecciones legislativas, los expertos esperan mejoras en el consumo de la mano de aumentos salariales y una expansión del gasto público.
«De cara a los próximos meses es probable que se vuelva a observar otro repunte, a partir del aumento en la velocidad de la vacunación, el tan esperado aumento del poder adquisitivo salarial y una política fiscal levemente expansiva, motorizada por la inversión pública», apuntó en un informe el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala.
Para la consultora Orlando Ferreres, aunque la mirada sigue puesta en la cuestión sanitaria, «con un plan de vacunación ya avanzado y superado el cuello de botella del arribo de las vacunas», el panorama luce «más alentador para la marcha de la economía durante el invierno».
«Por otro lado, esperamos para los próximos meses cierto impulso a la actividad proveniente del sector público, en la forma de obra pública y estimulación de la demanda», añadió la consultora.