La encuesta realizada por el Banco Central del Paraguay (BCP), para la elaboración del Índice de Confianza al Consumidor (ICC) correspondiente a julio, revela que un 75% de los consultados siente que la situación económica del país todavía se encuentra peor que un año atrás. Esto, a pesar de las cifras positivas que han mostrado los indicadores de actividad económica a nivel macro.
Por su parte, un 15% de los encuestados considera que la situación económica del país se encuentra igual que el año pasado, mientras que el 9,5% considera que está mejor. El economista jefe de la banca matriz, Miguel Mora, apuntó que esto tiene que ver con un mayor nivel de exigencia para la situación país por parte de los consultados, ya que varios indicadores dan cuenta de la mejoría en el último año.
Es importante destacar que las cifras son relativamente mejores que la encuesta de junio, ya que en ese mes la proporción de personas que consideraba que la situación del país era mejor que un año atrás era solo del 2,3%. Además, la cantidad de consultados que percibía la situación como peor era mayor, acaparando el 84% de los consumidores.
“En términos de la situación económica, mirando hacia atrás, lo que se refiere al nivel país tiene un resultado más exigente ya sea en términos de menor mejora. Lo que rescatamos es esa percepción del país respecto al mes anterior o el mismo mes del año pasado, ha sido un poco mejor, y en la mejora respecto al país de hecho se nota un leve aumento de la gente que ve mejor que el año pasado”, afirmó Mora.
También recordó que, a nivel general, el ICC ya se encuentra en campo de optimismo, lo que denota que de cara al futuro las expectativas de los consumidores han mejorado notablemente. De hecho, un 45,3% opinó que la situación del país mejorará dentro de un año, mientras que el 34,5% dijo que seguirá igual y el 20,3% considera que empeorará.
Al ser consultado sobre el reclamo de reivindicaciones por parte del sector de los camioneros y otros, refirió que en la medida que se sostengan por mucho tiempo y con cierres de rutas, no pudiéndose garantizar la provisión de recursos, esto podría tener sus repercusiones sobre la confianza de los consumidores en los próximos meses. También podría haber cierta presión sobre la inflación a corto plazo, por la incapacidad de distribución de bienes.