La calificadora de riesgo Standard and Poor’s (S&P) ratificó la calificación internacional de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) con la nota BB y tendencia estable, que había sido obtenida en septiembre del 2020.
De esta manera, la calificación de la banca de segundo piso se mantiene al mismo nivel que la de los bonos soberanos de la República del Paraguay.
En el informe de S&P se apunta que entre los principales motivos de la ratificación de la nota de la AFD se encuentran los niveles de capitalización sólidos y los saludables indicadores de calidad de activos. Además, se recuerda la importancia que tuvo esta entidad durante el 2020 para mitigar el impacto de la pandemia en Paraguay, por medio de nuevos productos crediticios para financiar la crisis.
El reporte también destaca la reciente aprobación de la nueva Carta Orgánica de la institución y señala como principales ventajas que este instrumento le permitirá a la AFD aumentar su participación en proyectos de infraestructura, administrar nuevos y más amplios fideicomisos financieros y diversificar sus fuentes de fondeo, lo que le otorgará mayor flexibilidad en sus operaciones.
“La reciente aprobación de la nueva Carta Orgánica de la AFD le permitirá continuar ampliando su rol en el país, lo que aumentará su participación en proyectos de infraestructura y administración de nuevos y más amplios fideicomisos financieros, entre otros. Además, le dará a la AFD más flexibilidad financiera y diversificación de fondos”, destacó la S&P entre sus argumentos.
Por otra parte, desde la calificadora se considera que la clasificación del banco de segundo piso es como entidad relacionada al gobierno del país, lo cual genera altas probabilidades de apoyo extraordinario en casos necesarios.
Con respecto a la perspectiva “estable” de la calificación BB, se apunta que prevén que en los próximos 12 meses se finalice la implementación de la nueva Carta Orgánica, lo que podría mejorar la visión sobre el gobierno corporativo y la posición de negocios de la AFD. Esto podría compensar cierta baja en los indicadores de capitalización, dado el crecimiento esperado de los activos.
Por último, se afirma que en caso de un escenario negativo, se podría bajar la calificación del banco de segundo piso si su capitalización cae considerablemente debajo del 15% y la finalización de la implementación de la nueva Carta Orgánica se retrasa sin nuevas capitalizaciones.
También se podría bajar la calificación en caso de una revisión negativa del Análisis de Riesgos de la Industria Bancaria por País (BICRA), correspondiente a Paraguay.
En caso de un escenario positivo, sin embargo, la probabilidad de una mejora en la calificación es limitada, y dependería de una mejora en la calificación del soberano, así como de una revisión positiva del BICRA de Paraguay, mientras los demás factores crediticios del banco deben mantenerse estables, según explicó S&P.