En ocasión del Día de la Prevención del Lavado de Activos, el Secretario Ejecutivo del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), Esteban Fullin, destacó el trabajo que deben desplegar desde el organismo en un contexto de reinvención de los criminales dedicados a este tipo de flagelos.
“Este está siendo un año especial, quizá con más desafíos que otros. Todos nos estamos acomodando de a poco a la nueva normalidad, con las cosas buenas y malas. Lamentablemente, la criminalidad también se está adaptando y vemos muchos casos que se nutrieron de la pandemia del Covid”, refirió el ejecutivo, en su pronunciamiento.
Apuntó que las legislaciones de muchos países siguen siendo laxas en materia de transparencia de personas jurídicas, en especial en lo que tiene que ver con la información del beneficiario final. Añadió que, sobre este punto, el Gafilat se encuentra trabajando para ajustar más el estándar y terminar con la “opacidad societaria”, que es una de las vulnerabilidades más utilizadas para el lavado.
“También trabajamos en otros frentes, diseminamos tipologías, elaboramos nuevas prácticas y capacitamos a los sectores públicos y privados. Este año lanzamos el campus virtual de Gafilat y pudimos capacitar a más de 10.000 interesados en temas relacionados a la prevención del lavado activos. El próximo año redoblamos la apuesta”, refirió.
De la misma manera, hizo hincapié en la necesidad de que todos los países, tanto desde órbita pública como privada, colaboren con la lucha contra el lavado de activos para que se pueda ser realmente eficiente.
Evaluación sectorial de riesgos
Por su parte, el Banco Central del Paraguay (BCP) dedicó su boletín número 13 sobre la prevención de lavado de activos a la Evaluación Sectorial de Riesgos, destacando la importancia para los países de ejecutar este tipo de políticas.
En el boletín se explica que la primera recomendación (de las 40) del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) establece como un elemento fundamental para la aplicación de los estándares internacionales al denominado Enfoque Basado en Riesgo (EBR). Según esta mirada, los recursos destinados a la prevención y lucha contra el Lavado de Activos deben aplicarse en función del nivel e intensidad del riesgo detectado por cada sector y por los niveles de dinero que se mueven en una operación.
En este contexto, se explica que las mayores dificultades con las que se han encontrado los países, en la ejecución de estos ejercicios de evaluación de riesgo por sectores, están relacionadas con la identificación, obtención y procesamiento de la información, y con el procedimiento y forma de materializar el objetivo perseguido.
Por su parte, las fortalezas que se derivan de estas ESR consisten en el conocimiento de los riesgos de los sectores, para su uso tanto por los organismos públicos como por los propios sectores, y en la relación e interacción que se genera durante la ejecución del ejercicio entre los distintos organismos públicos y los propios sectores.
Caso de Paraguay en las ESR
La banca matriz explica que, en el caso de nuestro país, ya se han desarrollado ESR de varios sectores, que tuvieron como base principal la Evaluación Nacional de Riesgo de Paraguay.
En el caso particular del BCP, las evaluaciones sectoriales de la Superintendencia de Bancos y la Superintendencia de Seguros, también basadas principalmente en la ENR y datos recabados del sistema financiero y de seguros, permiten aplicar los recursos de supervisión de manera más eficiente hacia donde se encuentran identificados los riesgos mayores.
Asimismo, y como resultado del proceso de establecer el riesgo neto o residual, se miden la calidad de los controles, lo que permite monitorear posteriormente a aquellas entidades con mitigantes más débiles.