La banca nacional muestra señales de estar sufriendo en mayor medida los estragos económicos que acarrea la pandemia de COVID-19 en el país. Al cierre del primer semestre del 2020, las entidades locales reportaron una caída de -32,5% en sus ganancias, mientras que la retracción entre las firmas extranjeras fue de -9,4%, según el boletín estadístico de la Superintendencia de Bancos (SIB), del Banco Central del Paraguay (BCP).
Los nueve bancos privados de propiedad local mayoritaria más el Banco Nacional de Fomento (BNF) sumaron utilidades por valor de G. 563.057 millones hasta junio pasado, mientras que las cuatro entidades de propiedad extranjera mayoritaria y las tres sucursales directas ganaron G. 613.450 millones. Un año atrás, estos indicadores se encontraban en G. 834.449 millones y G. 677.108, respectivamente.
En el grupo de bancos locales, el 90% de las entidades reportaron menores niveles de ganancias que en el primer semestre del 2019. Entre ellas, el Grupo Internacional de Finanzas S.A.E.C.A. – INTERFISA Banco cerró con pérdidas por G. 8.723 millones y la excepción fue el Banco para la Comercialización y la Producción S.A. – BANCOP, con utilidades que aumentaron en 32,6% y llegaron a G. 15.108 millones.
La mayor caída de utilidades se observó en el banco Regional, con una retracción interanual (comparativa con junio de 2019) de -91,3%. El siguiente fue Río, con ganancias que cayeron -73,3%; mientras que el retroceso en Visión fue de -38,1%; en Familiar fue de -35,1%; y en Atlas, de -28,3%. Continental, Basa y el BNF tuvieron menores variaciones negativas en este indicador, de -24,9%; -20,5% y -10,7%; respectivamente.
En el segmento de banca extranjera, Sudameris Bank y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria – BBVA Paraguay incrementaron sus ganancias, en 16,1% y 14,9%, en el periodo enero-junio del 2020. El Banco de la Nación Argentina, GNB Paraguay, Citibank N.A. e Itaú, por su parte, vieron reducidas sus utilidades en niveles de -52,4% a -4,1%; y el Banco do Brasil registró pérdidas por G. 6.251 millones.
El top-five de bancos con mayores ganancias está conformado por Itaú (G. 347.364 millones), BNF (G. 208.626), Continental (G. 157.080), BBVA (G. 98.409) y Atlas (G. 68.020 millones). En total, las utilidades bancarias se redujeron -22,1% en el primer semestre del 2020, al sumar G. 1,1 billones.
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Efectos en el mercado laboral. Los menores márgenes de ganancias reportados por los bancos de plaza repercuten en la reducción de gastos, como la disminución del plantel de personal: a junio de 2020, las personas empleadas en el sistema bancario fueron 4,3% menos que un año atrás. Este mercado tuvo así 445 trabajadores menos que en junio de 2019 y sumaron 9.847.
Los bancos Río y Continental aplicaron los recortes más pronunciados en sus respectivas planas de funcionarios, con variaciones de -15,8% y -13,5%. Otras entidades con reducción de personal fueron Atlas (-9,4%), Familiar (-8,3%) y Visión (-6,4%); mientras que entre las que incrementaron sus recursos humanos figuran Itaú (15,4%) y Basa (6,7%).
Estos fenómenos coinciden con la intensa desaceleración que sufrió el crecimiento de los créditos en los últimos meses: de un nivel de alrededor de 20% en que la cartera venía aumentando en el primer cuatrimestre del 2019, el ritmo bajó hasta a 4% en abril de 2020.
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Mejora la confianza. El economista César Barreto, directivo del banco Familiar, sostiene que el sistema financiero recuperó cierto optimismo con la reapertura gradual de la actividad económica – con el avance de las fases de la “cuarentena inteligente” –, luego de que en marzo y abril se generara “mucha preocupación” respecto principalmente al comportamiento que podían tener los ahorristas, en un escenario tan incierto y adverso.
“Hubo mucha incertidumbre, con lo cual hubo una reacción contractiva de todos, preservando la liquidez principalmente. Después, en la medida en que se notó que los depositantes incluso aumentaron sus saldos en las cuentas ya hacia fines del mes de abril, combinado con el inicio del pago de los subsidios por parte del Gobierno, cambió esa perspectiva en los meses de mayo, junio”, explica.
Relata que actualmente la preocupación radica más bien en encontrar alguna salida al crecimiento de la cartera de créditos, para tratar de recomponer principalmente la capacidad de pago de los sectores económicos más afectados por la pandemia.
El freno a la actividad económica impuesto para detener la propagación del nuevo coronavirus en el país afectó al sistema financiero, desde la menor demanda de financiamiento y la mayor aversión al riesgo. Esto se sumó a los problemas que se arrastraron desde el año pasado, como consecuencia de la sequía, las inundaciones, el deterioro de los países vecinos y el cambio de Gobierno, factores que llevaron al producto interno bruto (BCP) a cerrar en un nivel de estancamiento o variación de 0%.