Para entender las tensiones entre estos países, debemos recordar que hace solo siete años Rusia se apoderó de parte de Ucrania y apoyó a los separatistas que comenzaron un conflicto importante en las áreas del este. Ucrania, como antigua república soviética, mantiene lazos sociales y culturales con Rusia, pero no así el idioma oficial, aunque se hable ampliamente allí.
Rusia llegó a enviar tanques, artillería y francotiradores a áreas controladas por los rebeldes, según sostiene Ucrania. No existe un ataque oficial por parte del presidente de Rusia, Vladímir Putin, pero los servicios de inteligencia occidental creen que podría suceder algo a principios del 2022
Se dice que hasta 175.000 soldados rusos podrían estar involucrados para enero, aunque esta no es la primera vez que han estado en este punto: ya pasó en abril del año pasado, pero Rusia mencionó que eran ejercicios militares de menor escala y luego retrocedió.
¿Qué busca Rusia?
Busca detener la expansión de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) hacia el este y desplegar armas en forma de amenaza, ya que existe una hostilidad de despliegue de drones turcos por parte de Ucrania contra las fuerzas de Rusia y hacia los ejercicios militares en el mar Negro.
En julio del año pasado, Putin apuntó a los nuevos líderes ucranianos por ejecutar un “proyecto antirruso”; además, Rusia está frustrada por el acuerdo de paz de Minsk del 2015, que está lejos de cumplirse, en donde se ponía fin al conflicto con Ucrania.
La OTAN da 100% de apoyo a Ucrania en el caso de un ataque, inclusive están listos para construir dos bases navales: en el mar Negro y en el mar de Azov. También hay apoyo de Estados Unidos, con misiles estadounidenses y lanchas de la marina de la Guardia costera estadounidense.
El recurso de la diplomacia
Como Estados Unidos representa un fuerte apoyo a Ucrania, las primeras negociaciones entre este país y Rusia empiezan en enero. Las negociaciones girarán en torno a que la OTAN retire las promesas de que Ucrania será admitida en la Alianza Atlántica y urge que cancelen las maniobras militares en las fronteras rusas, además de una distancia entre los buques y aviones rusos y estadounidenses.
A pesar de todo esto, Rusia sigue acumulando fuerzas cerca de Ucrania, en medio de estas conversaciones con Estados Unidos, lo que da a entender que podría ser una rápida invasión o una amenaza constante.
Rusia, a hoy, tiene 122.000 soldados a menos de 200 km de la frontera con Ucrania, los cuales se encuentran en movimiento desde noviembre pasado. Con estas evidencias, continúan negando las intenciones de invadir, defendiéndose, diciendo que tienen el derecho a desplegar tropas donde quieran dentro de su propio territorio.
Este conflicto, que está latente desde el 2014, ya ha dejado más de 14.000 muertes.
Inclusive los ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de los G-7 ya advirtieron a Rusia que reduzca sus actividades en torno a Ucrania o se enfrentará a enormes consecuencias económicas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, es uno de los responsables en ganar un poco más de tiempo para Ucrania, pero Putin quiere concesiones. Putin inclusive elogió la respuesta de Estados Unidos a las propuestas de seguridad como positiva; gracias a esto, se llevarán a cabo las primeras discusiones los días 9 y 10 de enero, en Ginebra, y ambas partes ya nombraron representantes para este asunto.