El Banco Central del Paraguay (BCP) presentó ayer los resultados del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) correspondiente a enero de este año. Sobre una base de 100, este indicador continuó en zona de expansión (resultados superiores a 50) y se tuvo un puntaje de 56,9, por encima de los 55,9 de diciembre del 2021 y también del resultado del mismo mes del año pasado, que solo fue de 49,2 puntos.
Este resultado denota que la confianza de los consumidores locales continúa mejorando, aún cuando se plantean amenazas a la economía, como la sequía que afecta al campo y también la expansión de la variante Ómicron. Cabe recordar que el ICC se construye con el promedio simple entre los resultados de otros dos subíndices, que son el de situación económica y el de expectativa económica.
Si bien el Índice de Situación Económica (ISE), que mide la percepción actual de los encuestados, continuó en zona de pesimismo (puntajes inferiores a 50), tuvo un crecimiento. Su resultado en la encuesta de enero fue de 42,9 puntos y se ubicó por encima del resultado del mes inmediatamente anterior (38,2), así como del mismo mes del año pasado, cuando solo alcanzó los 29,9 puntos.
Bernardo Darío Rojas, encargado de despacho del economista jefe del BCP, explicó que esta mejoría del ISE, a pesar de la sequía y los contagios, tuvo que ver con el repunte de los servicios. Apuntó que, si bien efectivamente hay más contagios en este momento, el sector terciario pasa por un periodo de recuperación, lo que alienta la confianza de los consumidores locales.
Por su parte, el Índice de Expectativas Económicas (IEE) -que mide la percepción de los encuestados con respecto al futuro- arrojó un resultado de 70,8; tuvo una leve baja con respecto al mes anterior (73,5), pero se mantuvo por encima del resultado obtenido en el mismo mes del año anterior (68,4). No obstante, este indicador continúa claramente en la zona de optimismo, es decir, por encima de los 50 puntos.
Al ser consultado sobre los motivos de esta leve baja en el IEE, Bernardo Rojas apuntó que tiene que ver no solamente con los factores mencionados anteriormente, sino también con el entorno externo.
Rojas aseveró que hay ciertas variables a tener en cuenta, como la política monetaria internacional que generará un financiamiento más caro, al igual que nuevas variantes del COVID-19 y el contexto geopolítico. A pesar de ello, estimó que el ICC a nivel general seguirá mejorando en los próximos meses, sobre todo porque, para el 2022, se espera que el sector relacionado al consumo se vaya recuperando, al contrario de lo que pasó en años anteriores.
“También hay que considerar otros factores como la normalización de la política monetaria a nivel internacional, que podría tener algún impacto en nuestra economía a futuro. También está la posibilidad de que sigan apareciendo nuevas variantes de la enfermedad y también está habiendo conflictos internacionales que afectan al precio del combustible”, mencionó.