Datos publicados por el Banco Central del Paraguay (BCP) dan cuenta de que, al cierre del 2021, el costo para la cadena productiva -medido por el Índice de Precios del Productor (IPP)- tuvo un incremento acumulado del 13,5% y, en el mes de diciembre en particular, registró un aumento interanual del 0,4%. En el 2020, la inflación para los productores había sido del 4,9% en el acumulado del año.
Es importante mencionar que los precios finales a consumidores tuvieron un incremento interanual de 6,8% en el acumulado del año pasado. Si bien esta variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue elevada con respecto a lo habitual, por diversos motivos, es destacable el hecho de que los costos para productores hayan subido el doble en proporción.
Al ser consultado sobre esta situación, Christian Cieplik, gerente general de la empresa industrial Santa Margarita, consideró que el contrabando es uno de los elementos más importantes a ser tenidos en cuenta. Mencionó que es imposible para los productores aumentar los precios finales en la misma medida que sus costos, ya que los ingresados de contrabando son vendidos en importante cantidad.
“Tenemos una situación muy particular que es el contrabando y al tener una participación tan grande de contrabando en el día a día, mayormente en los rubros en que hay más participación de la industria nacional y productos básicos, sin lugar a dudas, los proveedores, industriales y fabricantes tuvieron que hacer un esfuerzo y no acompañar los precios finales con los aumentos de costos, como debería”, dijo.
Expresó que, de hecho, con el aumento de los precios por la inflación general, sumada la coyuntura económica -todavía en contexto de recuperación-, los productores buscan no perder más ventas de lo que ya han tenido. Por este motivo, resulta imposible para ellos subir los precios finales en la misma proporción en que han subido los costos, como se puede notar en el IPP.
También puntualizó que hay cuestiones de fondo que debe resolver el Paraguay a nivel interno, y una de ellas tiene que ver con la eliminación de los salarios por debajo del mínimo establecido por ley. Dijo que, solo de esta manera, la gente podrá tener un poder adquisitivo básico como para no tener la necesidad de recurrir a las compras de contrabando, que no ofrecen ningún tipo de garantía.
“Las diferencias son demasiado importantes por las distorsiones (monetarias) que hay en los dos países vecinos, pero en algo ayuda el no subir los precios en la misma medida”, advirtió.
“Es una medida de urgencia que el sector está aplicando para no perder demasiadas ventas. Acá nuestro mayor desafío como sociedad es, primero, recuperar los puestos de trabajo perdidos, pero también que la gente perciba al menos el salario mínimo establecido por ley, eliminando la evasión”, añadió.