Con una población de más de 80% de vacunados en Canadá, el problema de este descontento y protestas de camioneros no es porque son antivacunas, lo que la mayoría de los medios comenta.
Estas manifestaciones comenzaron el 29 de enero como una objeción a todos los requerimientos que estos tendrían para entrar al país, aparte de vacunación completa, pruebas de PCR o antígeno y hasta cuarentena.
Como sabemos, los camioneros tienen una vida ajetreada, conducen por todo Canadá y Estados Unidos para llevar los bienes necesarios a las poblaciones, dejan los bienes y vuelven a su trabajo; por lo tanto, los requerimientos de cuarentena no son convenientes para el negocio de transporte y menos para cubrir con las necesidades de la población.
La Canadian Trucking Alliance estima que cerca del 90% de los 120.000 camioneros, dentro de esta alianza, que trabajan en rutas transfronterizas están vacunados, este mandato podría eliminar a 16.000 conductores de esas rutas.
Los camioneros cerraron las principales entradas entre Canadá y EEUU, y las avenidas de la capital, Ottawa. A ellos se unieron varios ciudadanos canadienses antivacunas y personas vacunadas que desean que todas las medidas de COVID se cancelen de una vez por todas, incluidos el uso de máscaras, encierros y restricciones ante el virus.
También bloquearon las salidas y entradas del aeropuerto de Ottawa, con sesenta camiones. En otras ciudades de este país y del mundo, se ven manifestaciones similares, en especial desde la primera semana de febrero en Bruselas (Bélgica). Francia y otros países comenzaron a tener protestas en sus ciudades.
Luego de una semana del bloqueo del puente Ambassador, que une Detroit y Windsor, Ottawa -el puente internacional más ocupado de América del Norte-, fue liberado de manifestantes el lunes 14 por la policía canadiense.
Luego de que un juez canadiense ordenara a los camioneros a retirarse el viernes 11, del acceso, la orden del magistrado abre la puerta a que las autoridades canadienses utilicen la fuerza policial para desalojar a los camiones que se oponen a las medidas.
Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, se reunió con miembros de la oposición y dijo que el alcalde de Windsor estaba muy preocupado por la situación económica y también recordó cómo está afectando a otros trabajadores en ambos lados de la frontera.
Canadá cuenta con más o menos 3 millones de camioneros, que equivalen a 1% de la población. Este 1% de la población beneficia a todo un país y a EEUU, con la distribución de bienes; si ya existían problemas de suministros de alimentos desde diciembre, ahora ha empeorado con el paro total de camioneros en Canadá, e inclusive de algunos en EEUU, apoyando al Convoy de la Libertad.
Estas manifestaciones continúan y se tomaron medidas especiales para el Super Bowl del domingo 13, para no permitir protestas en un evento tan importante para la economía americana.
Es un momento delicado para Trudeau y su gobierno, donde no solo están siendo presionados por los camioneros, sino también por los países vecinos para solucionar esta problemática. Es la primera vez en mucho tiempo que los canadienses se manifiestan por descontento político, lo cual no da buena imagen a los gobernantes actuales.
