San Salvador, 1 jun (EFE).- La agencia Standard & Poors (S&P) anunció este miércoles que redujo las calificaciones soberanas de riesgo de El Salvador a raíz de la reducción de sus «opciones de financiación» y las «vulnerabilidades fiscales y de deuda externa».
Esta es la segunda agencia de evaluación de riesgo que reduce la calificación del país centroamericano en las últimas semanas por las crecientes necesidades de financiación para cubrir las brechas presupuestarias y pagar la deuda de 800 millones que se vence en enero de 2023.
De acuerdo con S&P, la nuevas calificaciones crediticias de riesgo soberano de largo plazo en moneda local y extranjera son»CCC+» de un «B-» previo y «la perspectiva es negativa».
Mientras que las calificaciones crediticias de corto plazo en moneda local y extranjera quedó en «C» de un «B» previo.
«Nuestras calificaciones de ‘CCC+’ para El Salvador se basan en sus vulnerabilidades fiscales y de deuda externa y su dependencia de condiciones económicas favorables para cumplir con sus compromisos financieros», sostuvo la agencia en un boletín.
Añadió que «las elevadas necesidades de financiación del gobierno y su gran dependencia de la deuda interna a corto plazo han exacerbado el riesgo de refinanciación en medio de opciones de financiación cada vez más reducidas».
La institución indicó que esta calificación a la baja refleja «las debilidades institucionales del país, reflejadas en la dificultad de larga data para predecir las respuestas políticas futuras en medio de controles y equilibrios deficientes».
El anunció de S&P se da el mismo día que el presidente Nayib Bukele cumple tres años en el poder, entre amplio apoyo popular pero fuertes críticas por cientos de denuncias de violaciones a derechos humanos y una supuesta deriva autoritaria, señalada por instancias nacionales e internacionales.
Bukele también ejerce una fuerte influencia en el Congreso, donde su partido tiene la mayoría absoluta y colocaron, en un proceso ampliamente cuestionado, a nuevos jueces en la Sala de lo Constitucional del Supremo.
Estos magistrados le habilitaron la reelección inmediata, que según jurisprudencia anterior está prohibida en la Constitución por un período de 10 años.
S&P agregó que el país «tiene finanzas públicas débiles y una carga de deuda muy alta, alrededor del 80 % del PIB».
Además, indicó que El Salvador «carece de flexibilidad monetaria debido a la dolarización, que continúa incluso después de la decisión del Gobierno de aceptar bitcóin como moneda de curso legal alternativa».
A inicios de mayo, la agencia calificadora Moody’s redujo la nota de El Salvador de emisor en moneda extranjera a largo plazo a «Caa3» de un «Caa1» previo a raíz de la posibilidad de un impago de la deuda, que el país debe amortizar en 2023 y 2025, y a la falta de un «plan creíble». EFE
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