La recuperación económica de Europa luego de la pandemia se encuentra obstaculizada por una serie de factores y más aún con la subida de precios que se enfrenta. Las cifras surgen en medio de preocupaciones sobre la guerra en el suministro de energía de Europa, y cómo esto está afectando a la economía de la región.
Estimulada por estos aumentos de la energía, la inflación anual se disparó un 7,5% en abril, según dijo la agencia de estadísticas de la Unión Europea. Esta cifra es la más alta desde que comenzaron las estadísticas en 1997 y es el sexto récord consecutivo, superando el antiguo récord de 7,4% de marzo.
Además, la Comisión Europea revisó a la baja el pronóstico de crecimiento del bloque y se lo ubicó entre los recortes en el crecimiento más pronunciados jamás realizados.
Inclusive, el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, trata de minimizar y tranquilizar a los legisladores sobre el aumento de los precios, diciendo que la eurozona está cerca de alcanzar el pico de inflación. Prevén que en la segunda mitad del año las presiones sobre los precios disminuirán, aunque la energía seguirá al alza.
El aumento de los precios de la energía fue el principal contribuyente a la inflación de abril. Los precios de la energía subieron un 38% en abril sobre una base anual, en comparación con el 44,4% de marzo.
Pero no solo la energía sufrió importantes aumentos. La agencia de alimentos de las Naciones Unidas comentó que los precios alcanzaron un récord histórico en febrero y de vuelta en marzo, y el Banco Mundial pronostica que los precios del trigo podrían aumentar más de 40% este año.
Los actores del mercado están atentos a cómo podría reaccionar el Banco Central Europeo (BCE), si es que tomarían las mismas decisiones que la Fed (Reserva Federal) de Estados Unidos, subiendo las tasa de interés de una manera más agresiva.
Ya anunciaron que el BCE subirá las tasas cuatro veces este año y otras dos veces en el 2023. Pero las tasas más altas para frenar a la inflación también podrían pesar sobre la recuperación económica no solo por el COVID-19, sino también por la guerra y la crisis energética.
Se prevé que Estonia tenga la inflación más alta entre los 19 países que utilizan el euro, con precios en un 19% más altos que en abril del 2021. Los condados bálticos compañeros de Estonia, Lituania y Letonia, también tendrán dos dígitos de inflación. Esto se debe a que los tres pequeños países dependen en gran medida de las importaciones extranjeras para satisfacer sus necesidades energéticas. Mientras, los países con la inflación más baja son Finlandia, con 5,6%; Francia (5,4%) y Malta (4,9%).
La Unión Europea no es la única región que experimenta fuertes aumentos de precios. Otras inflaciones récord se encuentran en los Estados Unidos y el Reino Unido.