La alta inflación y un menor consumo siguen golpeando al sector supermercadista y esto se ve reflejado en el descenso de las ventas. De acuerdo con el informe de Estimador de Cifras de Negocios (ECN), calculado por el Banco Central del Paraguay (BCP), este sector registró una caída de 15,4% en junio del 2022 respecto a un año atrás y acumula una merma de 9,4% en el primer semestre.
Cabe recordar que, en el mismo periodo del año pasado, dicho sector registró una caída interanual de 3%, mientras que en el acumulado se mantenía en variaciones positivas de un 0,9% y el 2021 cerró con una reducción de 5,2% en las facturaciones.
En el contexto económico actual, en donde el costo de vida se mantiene en alza, los clientes de los supermercados van ahora con más frecuencia a hacer la compra, pero en cada una de esas visitas gastan un poco menos que antes, realizando una contención y control de sus gastos cotidianos, un comportamiento típico que se produce en momentos de inflación persistente.
Con relación a este hecho, el gerente de Relaciones Institucionales de Casa Rica y Areté, Paul Grimm, señaló que las personas se encuentran un poco más reacias a gastar su dinero, por lo que realizan compras más específicas. “Si bien vemos un aumento progresivo de las ventas, aún percibimos que el cliente es más cuidadoso con su dinero, está realizando compras más dirigidas, más justas para su consumo familiar”, manifestó.
De esta manera, la cautela retornó entre los consumidores paraguayos. En esta ocasión, esta conducta se manifiesta a través de compras más selectivas de productos, mientras que en los momentos más críticos de las restricciones de la pandemia se observó un aumento de depósitos de hasta casi 20%.
Grimm comentó que durante la pandemia del COVID-19 se pudo ver que cambió el hábito de compras de las personas, pero no en cuanto al volumen, como ocurre en la actualidad. Resaltó que lo que se puede percibir es que existen categorías que decrecieron durante este tiempo, como cosas no tan “necesarias” dentro del consumo del hogar, dando paso a compras más inteligentes.
Es por ello que, como una forma de atraer más atención de los clientes hacia los productos, Grimm resaltó que desde Areté tratan de brindar una experiencia visual más amena, como también nuevos productos que puedan atraer la atención de los mismos. “Nosotros explotamos mucho la experiencia visual también para los clientes, no es solamente para comprar, sino también para mostrar nuevos productos y novedades del extranjero para las personas”, sostuvo el gerente.
A su vez, recordó el trabajo llevado a cabo por la empresa durante la pandemia, en donde comentó que llegaron a aumentar hasta en ocho veces la venta a través de las tiendas online. “Si bien es cierto que potenciamos nuestro e-commerce, en la actualidad esto se retrotrajo; aunque mucha gente que no conocía de este servicio se mantuvo y, claramente, la gente vuelve a los locales para las compras”, indicó.
Un panorama desafiante
Con relación a la perspectivas para este segundo semestre, Grimm sostuvo que la actividad será complicada y “un poco desafiante”, pero reconoció que esto es propio de este sector. Igualmente, resaltó que la cautela entre los consumidores es normal y más en los tiempos electorales.
“Creemos que los tiempos electorales siempre significaron una inyección de capital al mercado. Esto va a decantar por goteo a todos los estratos de la sociedad, pero todavía no está claro el panorama, todavía nadie puede vaticinar con demasiada certeza lo que pasará”, expresó.
Por último, indicó que se encuentran optimistas, por lo que se encuentran trabajando de manera ardua para que puedan repuntar en el 2023
