El informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre el Mercado Común del Sur (Mercosur) analiza en uno de sus capítulos la evolución del comercio y las inversiones de las economías del bloque desde el inicio del segundo semestre de 2020 hasta fines del año 2021.
Primeramente, enfatiza la notoria recuperación del desempeño de las exportaciones de bienes de los cuatro países integrantes del Mercosur y señala que los envíos durante el 2021 se incrementaron en 35,6% respecto al 2020, ubicándose de este modo en el nivel absoluto más alto de su historia (USD 378,9 mil millones).
Enfatiza que, en efecto, el año pasado las ventas externas del Mercosur crecieron fuertemente por sobre los deprimidos niveles de 2020 en los cuatro países, con tasas nominales de entre el 34% y el 42% para Argentina, Brasil y Uruguay, y algo inferiores (23,8%) para el caso de Paraguay.
De este modo, no solo se recuperó lo perdido en el crítico año 2020, sino que se alcanzaron niveles absolutos que superaron entre un 20% y un 30% los registros de 2019 (pre-crisis de Covid-19).
El documento detalla que el año pasado los valores exportados por Brasil, Paraguay y Uruguay alcanzaron récords históricos en términos nominales. Este fenómeno se explica por el efecto combinado de -al menos- tres fenómenos: paulatina normalización de la actividad económica en la región; reactivación de las economías de los principales socios comerciales; shock positivo derivado de los precios internacionales de los commodities.
Paraguay, el más beneficiado con la suba de los precios de los commodities
En el caso de los precios internacionales de los commodities, el informe indica que desde fines de 2020, los precios de los principales commodities internacionales iniciaron un proceso de recuperación, fenómeno que tendió a cobrar mayor fuerza desde finales del primer trimestre de 2021 y que mantuvo una dinámica decididamente alcista hasta mediados del cuarto trimestre de dicho año.
Esta situación generó una suba de entre el 25% y el 35% en los precios promedio de las exportaciones de la región. El BID destaca que Brasil y Paraguay fueron los países más beneficiados por este incremento, principalmente por la suba del valor de la soja y, en el caso brasileño, se sumó el fuerte impulso en la cotización del mineral de hierro en la primera parte del año.
En este punto, el informe detalla que entre el 2016 y el 2021, el índice de precios de exportaciones de Paraguay creció un 60%, el más alto en comparación con los demás países de la región. Brasil tuvo un crecimiento de 42%; Argentina, aproximadamente del 38%; y Uruguay, de alrededor del 17%
Fuente: BID
Por otra parte, el reporte del BID dice que, teniendo en cuenta una mirada de mediano plazo de la performance exportadora desde principios del siglo XXI de los socios del Mercosur -medidas en dólares constantes-, las ventas externas de los cuatro países se ubicaron en 2021 cerca de los máximos alcanzados hacia el final del ciclo alcista de precios de 2008-2013.
“No obstante, mientras que entre 2000 y 2021 las exportaciones de Brasil y Paraguay crecieron a una tasa anual promedio acumulada del 5,6% y 5,4%, respectivamente, las de Uruguay lo hicieron al 4,8% y las de Argentina al 2,9%”, detalla el documento.
Agrega también que, según un reciente estudio (BID-INTAL, 2022), el efecto positivo de dicho fenómeno en las exportaciones de 2021 fue del orden de los USD 13.500 millones para la Argentina, de USD 63.500 millones para Brasil, de USD 2.760 millones para Paraguay y de USD 1.670 millones para Uruguay.
Por otra parte, las proyecciones para el año 2022 disponibles al momento de cerrarse el informe (30 de junio de 2022) indican que dicha tendencia alcista podría continuar, si bien con una dinámica no tan acentuada como la de 2021.
No obstante, y dado que la crisis bélica entre Rusia y Ucrania iniciada a fines de febrero 2022 ha profundizado la tendencia a la suba de algunos productos básicos (particularmente el petróleo, el gas y el trigo), numerosos analistas han señalado que dicho comportamiento podría sostenerse en el tiempo, dependiendo de la duración del conflicto armado y del escenario político global que podría surgir con posterioridad al mismo.