La llegada de los XII Juegos Suramericanos ASU 2022 en el país no solo puso bajo la lupa al país, sino que también generó un avance en el sector deportivo con las construcciones de los nuevos parques olímpicos, que a su vez provocó un respiro para el rubro de la construcción.
Cabe resaltar que la inversión del Gobierno para este evento fue de USD 78 millones y, de acuerdo con un estudio realizado por el economista Manuel Ferreira, tendrá un posible impacto de USD 262 millones en distintos sectores de la economía.
Por otra parte, Daniel Díaz de Vivar, presidente de la Cámara Paraguaya de la Industria de la Construcción (Capaco), manifestó que si bien las construcciones y refacciones de las pistas deportivas para la Secretaría Nacional de Deporte, en el marco de la preparación para el evento olímpico, fue significativo para este segmento de la economía, igualmente no pudo compensar la generalizada caída de este.
“La construcción de estas obras ayudó bastante al sector de la construcción, pero al ser obras chicas no ayudaron a compensar la caída del sector, ya que no tienen la misma infraestructura de las obras públicas”, señaló el titular de la Cámara.
Además, sostuvo que la inversión que se realizó de forma directa por parte de la Secretaría Nacional rondaría los USD 50 millones y se llevaron adelante diversas obras que se hicieron sumamente importantes para el país dentro de los juegos olímpicos, como es caso de la cancha del velódromo, las mejoras en las piletas de natación, y el mejoramiento y construcción de diversas nuevas pistas.
Preocupación del sector para el 2023
Con relación al año que viene, el presidente de Capaco dijo que se encuentran preocupados, ya que al ser un periodo electoral, el Presupuesto General del Estado (PGN) del 2023 no contempla créditos para nuevas obras, solamente para pagar a obras que ya fueron licitadas, por lo tanto no va a haber nuevas obras.
“Realmente desde el sector estamos sumamente preocupados y molestos, porque en año electoral nuevamente los legisladores están priorizando el prebendarismo antes que la generación de rentas al país”.
Daniel Díaz de Vivar, presidente de Capaco
Así también, se refirió a los proyectos que aumentan salarios, crean cargos y plantean cuestionadas actualizaciones en haberes jubilatorios, con un criterio discrecional, señalando que “el presupuesto público debe ser una herramienta de desarrollo, y no una amenaza permanente a las finanzas públicas, como está ocurriendo en la actualidad”.
Además, señaló que se debe prever el pago a las empresas constructoras por obras ya ejecutadas, para no repetir el descalabro del presente año, en que la deuda con las empresas contratistas llegó a aproximadamente 400 millones de dólares, haciendo aumentar considerablemente el desempleo (en 60.000 trabajadores aproximadamente) y afectando seriamente el desempeño de otras industrias ligadas a la construcción.
“No estamos hablando solamente de la necesidad de presupuestar la ejecución de nuevas obras, que es muy importante, pues nuestro déficit de infraestructura está en torno a los USD 23.000 millones para cumplir con los objetivos 2030”, explicó Díaz de Vivar.