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30 de abril de 2024

El mundo al borde de una posible recesión y amenazas a la estabilidad de los mercados financieros, entre los destacados de la semana

El FMI advierte sobre la ralentización del crecimiento de la economía mundial y el aumento de los riesgos del mercado, mientras el sector inmobiliario de China y los problemas de Rusia impulsan los defaults de empresas en los mercados emergentes.
El Banco de Inglaterra se ve obligado a comprar bonos ligados a la inflación y se refuerza la expectativa de una nueva suba de 75 puntos básicos en las tasas de la FED, luego de que los precios al consumo subieran más de lo previsto en EEUU.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió el martes, en su última reunión, que las presiones contra la inversión, las crisis energética y alimenticia provocadas por la guerra, y las fuertes subidas de tasas de interés están llevando al mundo al borde de una posible recesión y amenazando la estabilidad de los mercados financieros

El FMI recortó aun más sus previsiones de crecimiento mundial para el 2023, afirmando en su informe “Perspectivas de la economía mundial” que países que representan un tercio de la producción global podrían entrar en una recesión el próximo año.

«Las tres mayores economías, Estados Unidos, China y la zona del euro, seguirán estancadas», dijo en un comunicado Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI. «En resumen, lo peor está por llegar, y para muchos, 2023 se sentirá como una recesión», agregó.

El FMI dijo que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) mundial se ralentizará hasta el 2,7% el próximo año, en comparación con su previsión de julio, del 2,9%, ya que los tipos de interés más altos ralentizan la economía de Estados Unidos, Europa lucha contra el aumento de los precios del gas, y China se enfrenta a los continuos cierres por el COVID-19 y el debilitamiento del sector inmobiliario.

Inmuebles de China y Rusia impulsan defaults de empresas en los mercados emergentes 

Los incumplimientos de pagos entre las empresas de los mercados emergentes siguieron acumulándose en el tercer trimestre, a causa de los problemas en Rusia y el sector inmobiliario de China, con un volumen de bonos negociados con niveles de riesgos cercanos a los máximos históricos, según publicó JP Morgan. 

La tasa de incumplimientos de pagos en lo que va del año para las empresas de alto rendimiento en los mercados emergentes subió a un 10,3%, según el banco, en su último monitor de impagos. Los defaults rusos elevaron la tasa de Europa emergente hasta el 21,7% mientras que los problemas del sector inmobiliario chino elevaron la tasa de incumplimiento en Asia hasta un 12,8%. 

Excluyendo las áreas problemáticas de los emisores inmobiliarios chinos, rusos y ucranianos, la tasa de impago corporativo de los mercados emergentes se situó en sólo el 1,2%, y JP Morgan prevé que podría aumentar hasta el 2% a finales de año.

Banco de Inglaterra se ve obligado a comprar bonos ligados a la inflación

El Banco de Inglaterra volvió a actuar el martes para frenar una fuerte venta en el mercado de deuda pública británica, de 2,1 billones de libras (USD 2,31 billones), anunciando la compra de deuda vinculada a la inflación hasta el final de esta semana.

Esto se dio a causa del riesgo que corre la estabilidad financiera debido a la caída de los bonos del Estado Británico, conocidos como “glits”. El Banco de Inglaterra dijo que compraría hasta 5.000 millones de libras (USD 5.510 millones) de deuda indexada al día a partir del martes de esta semana.

En lugar de aumentar el compromiso existente de comprar hasta 10.000 millones de libras de gilts cada día, como se anunció el lunes, las compras se llevarán a cabo junto con las compras existentes de bonos convencionales a largo plazo, que ahora ascienden a 5.000 millones de libras. 

Los gilts británicos ligados a la inflación -conocidos como linkers- sufrieron una venta masiva el lunes, a pesar de que el BoE duplicó el tamaño máximo de sus recompras de gilts convencionales a largo plazo.

Precios al consumo en EEUU aumentaron más de lo previsto

Los precios al consumo en los Estados Unidos subieron más de lo previsto en septiembre y las presiones inflacionistas subyacentes siguieron aumentando, lo cual refuerza las expectativas de que la Reserva Federal (FED) lleve a cabo una nueva subida de 75 puntos básicos en las tasas de interés el mes que viene. 

El índice de precios al consumo subió un 0,4% el mes pasado, después de ganar un 0,1% en agosto, según informó el jueves el Departamento de Trabajo. En los 12 meses transcurridos hasta septiembre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó un 8,2%, después de haber subido un 8,3% en agosto. El IPC anual alcanzó un máximo del 9,1% en junio, lo que supuso el mayor avance desde noviembre de 1981.

A pesar de la continua moderación a medida que las cadenas de suministro se relajan y los precios del petróleo disminuyen luego de los picos alcanzados en el año, la inflación se sitúa muy por encima del objetivo de 2% de la Reserva Federal. 

Desde marzo, la Reserva Federal ha subido su tipo de interés desde casi cero hasta el rango actual del 3% al 3,25%. Las actas de la reunión de la Fed del 20 y 21 de septiembre, publicadas el miércoles, mostraron que los responsables políticos «esperan que las presiones inflacionistas persistan a corto plazo».

Acciones y bonos de la zona euro caen tras los datos de inflación de Estados Unidos

Las acciones y los bonos europeos cayeron el jueves, luego de que los datos mostraran que la inflación de los Estados Unidos aumentó más rápido de lo esperado en septiembre, desvaneciendo así cualquier esperanza de que la Reserva Federal disminuya sus subidas de tasas de interés previstas. 

Los datos del gobierno estadounidense mostraron que los precios al consumo se aceleraron a un ritmo del 8,2% en los 12 meses hasta septiembre, por encima de las expectativas de una subida del 8,1% tras el aumento del 8,3% de agosto.

Los rendimientos de los bonos alemanes a 10 años, que sirven de referencia para el resto de la zona euro, se vieron presionados. Se mantuvieron estables en el 2,304%, frente al 2,229% anterior a los datos. El euro bajó un 0,7% a 0,9636 dólares, después de haber registrado una ganancia diaria del 0,47% antes del informe sobre la inflación.

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