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22 de noviembre de 2024

Cepal también recorta a -0,3% su proyección para el PIB de Paraguay

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) prevé ahora una caída de la economía paraguaya en el 2022, luego de haber pronosticado un crecimiento de 0,2%. Esta nueva cifra está alineada a las proyecciones que recientemente lanzó también el Banco Mundial.

Cepal actualizó su informe de perspectivas económicas. Luego de haber contemplado un crecimiento de 3,8% para el producto interno bruto (PIB) de Paraguay en el presente año, la irrupción de la sequía y los problemas que acarreó el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania la llevaron a corregir la estimación a una expansión de apenas 0,2%. 

Ya cerca del cierre del ejercicio anual, esta proyección se volvió a modificar y ahora se avizora una contracción de 0,3%, igual a lo que anunció hace unos días el Banco Mundial, y en sentido opuesto al crecimiento de 0,2% que todavía maneja el Banco Central del Paraguay (BCP). Sin embargo, Cepal espera un efecto rebote para el año que viene, en el orden del 4%. 

Si bien la proyección actual de Cepal demuestra un cambio drástico, la última estimación se alinea con las del sector privado local que apuntan a valores negativos del 1%. 

El informe de Itaú Macro sostiene desde hace varios meses que el PIB de Paraguay decrecerá 1% en 2022, la misma caída es la que proyecta la consultora MF Economía, mientras que Investor casa de bolsa espera un retroceso de 1,6%. Esta cifra se encuentra respaldada por factores tanto del ámbito local como a nivel regional, a lo que se suman niveles históricos de deuda arrastradas desde el inicio del COVID-19.

El BCP, al cierre del primer semestre proyectó un crecimiento del 0,2%, estimación que ya incluyó los impactos de la sequía y el conflicto bélico. No obstante los últimos indicadores de medición de la actividad económica reportaron repuntes en torno al 5%, los cuales de continuar podrían generar que la banca matriz ratifique sus estimaciones. 

Inversión extranjera

Cepal, en informes anteriores, reveló que Paraguay al cierre del 2021 recibió USD 121 millones en concepto de inversión extranjera, lo que representó un crecimiento de 1% con relación a lo observado en el 2020. Sin embargo, estos valores son inferiores en un 45% con relación a 2019, cuando se obtuvo un monto de USD 225 millones, una muestra clara de que Paraguay aún puede sacar ventaja en cuanto a la captación de inversiones. 

Sin embargo, es importante mencionar que el país recién durante el 2022 logró elevar la expectativa de su calificación de riesgo, pasando de ser estable a positiva, y logró aprobar el examen de Gafilat (Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica), lo que ubica a Paraguay como un destino atractivo de inversiones para el año que viene. 

En cuanto a la región, reconoce que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania afectó negativamente el crecimiento global y, con ello, la demanda externa que enfrentó la región este año, junto con las presiones inflacionarias, la volatilidad y costos financieros. 

La mayor aversión al riesgo, junto a la política monetaria más restrictiva por parte de los principales bancos centrales del mundo, perjudicó los flujos de capital hacia los mercados emergentes, incluyendo América Latina, además de propiciar depreciaciones de las monedas locales y tornar más onerosa la obtención de financiamiento para los países de la región.

Proyección 2023

Según Cepal, en 2023 los países de la región se verán nuevamente enfrentados a un contexto internacional desfavorable, en el que se espera una desaceleración tanto del crecimiento como del comercio global, tasas de interés más altas y menor liquidez global. 

Los países de la región enfrentarán nuevamente en 2023 un complejo entorno para la política fiscal y monetaria. En lo monetario, el aumento de la inflación condujo a los bancos centrales, al igual que en la mayor parte del mundo, a aumentar las tasas de política, en algunos casos de manera sustancial y a reducir el crecimiento de los agregados monetarios. 

Estas decisiones también fueron aplicadas en el Paraguay con el objetivo de poner un freno a la inflación. En el transcurso de un año, la tasa de política monetaria (TPM)  pasó de 0,75% a 8,50%. 

Si bien se prevé que en 2023 este proceso llegue a su fin, en la medida que se vayan anclando las expectativas de inflación en los países, los efectos de esta política restrictiva sobre el consumo privado y la inversión estarán todavía presentes, según Cepal.

En el ámbito fiscal, el organismo de las Naciones Unidas considera que permanecerán altos los niveles de deuda pública en un gran número de países. En un contexto de altas demandas por gasto público, agrega que se requerirán medidas para fortalecer la sostenibilidad fiscal y ampliar el espacio fiscal mediante el fortalecimiento de los ingresos públicos. 

Todas las subregiones evidenciarían menor crecimiento el próximo año, de acuerdo con las nuevas proyecciones de la Cepal. América del Sur crecerá 1,2% en 2023 (3,4% en 2022), el grupo conformado por Centroamérica y México lo hará en un 1,7% (en comparación con un 2,5% en 2022) y el Caribe crecerá un 3,1%, sin incluir Guyana (en comparación con un 4,3% en 2022).

Además, algunos países del mismo continente se ven particularmente afectados por el bajo dinamismo de China que es un importante mercado para sus exportaciones de bienes. Tal es el caso por ejemplo de Chile, Brasil, Perú y Uruguay, que destinan a China más del 30% de sus exportaciones de mercancías (40% para Chile), asevera la entidad. 

América Latina se verá afectada también por la baja en los precios de los productos básicos y por las restricciones al espacio que la política pública tiene para apuntalar la actividad. La alta inflación ha impactado los ingresos reales y los efectos sobre el consumo privado ya se han observado en algunos países a partir de la segunda mitad de este año, advierte la CEPAL.

Para las economías de América Central y México, el bajo dinamismo de Estados Unidos – principal socio comercial y primera fuente de remesas de sus países- afectaría tanto al sector externo como al consumo privado. Sin embargo, los menores precios de los bienes básicos actuarían a favor en tanto varias de ellas son importadoras netas de alimentos y energía. 

Finalmente, en las economías del Caribe la inflación ha impactado no solo los ingresos reales y con ello el consumo, sino los costos de producción con un impacto negativo en la competitividad de las exportaciones tanto de bienes como de turismo, señala la Comisión.

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