La canasta básica familiar interrumpió la senda de abaratamiento que marcó por tres meses consecutivos en la variación promedio hasta junio pasado, en coincidencia con los efectos económicos de la pandemia de COVID-19.
En julio del 2020, el índice de precios al consumidor (IPC) arrojó una variación mensual (comparada con junio del 2020) de 0,5%, según registros del Banco Central del Paraguay (BCP). En abril, marzo y junio pasados, este indicador se ubicó en -0,2%, -0,6% y -0,4%, mientras que había iniciado el año en un nivel de 0%.
La inflación acumulada desde enero, sin embargo, continúa en terreno negativo, de -0,3%, pero ya en un nivel menos profundo que el -0,8% observado hasta el cierre del primer semestre.
La inflación interanual (comparativa con julio del 2019) se fijó en 1,1%, lejos de la meta de 4% del BCP y también por debajo del piso del rango de 2% a 6% en que se permite fluctuar a este indicador; no obstante, está en un nivel superior al 0,5% reportado en el mes anterior.
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Esta reversión en el comportamiento de la inflación mensual se relaciona con la normalización de los precios que se aplicó a los productos y servicios con el avance de las fases de la cuarentena inteligente, a partir de las intensas bajas que se aplicaron en los meses de confinamiento total. Esto sostuvo el economista jefe del BCP, Miguel Mora, en la conferencia de prensa virtual brindada este lunes.
“En los meses anteriores, a causa de la caída de la actividad y la caída de ingresos en la economía, habíamos visto precios bastante bajos que probablemente en un escenario de cuarentena inteligente ya fase 3 implica la reactivación de ciertos sectores y una generación de ingresos, no al nivel de un periodo normal de actividad económica pero, en cierta medida, en un proceso de recuperación”, recalcó.
Reconoció, sin embargo, que todavía queda un trecho importante por recorrer para considerar una recuperación total del consumo. Al respecto, recordó que en la última corrección de las proyecciones del BCP recortaron las estimaciones asignadas al consumo privado.
“Para aquellas zonas donde ha representado algún tipo de retroceso en términos de la cuarentena inteligente (como el Departamento de Alto Paraná), los ingresos pudieron haber tenido también una reducción, dado que la actividad de ciertas ramas (como restaurantes y de entretenimiento) se ha visto nuevamente ralentizada”, agregó.
Informó que persiste el temor al contagio del nuevo coronavirus y la priorización del cuidado de la salud, lo que repercute en una menor demanda principalmente de servicios desde el público consumidor.
Impacto de variación de monedas. Respecto a los efectos del tipo de cambio, explicó que si bien los productos importados tasados en dólares recogieron las alzas observadas en la cotización de esta moneda frente al guaraní, la depreciación de las monedas vecinas actuó como contrapeso y generó el efecto contrario en mercaderías provenientes de Brasil y Argentina.
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“Vimos aumentos en aquellos bienes que tienen mucha más relación con el comportamiento de la divisa (estadounidense), caso por ejemplo de los bienes durables, que en el mes (de julio de 2020) tuvieron una variación de 1,8%. Si consideramos que la parte de importados tiene un peso aproximado de 27% dentro de la canasta, tuvo una variación de 0,7%, porque hay varios productos que son importados principalmente de la región”, aseveró.
Relató que el real brasilero experimenta una depreciación de 36% en el cálculo interanual, mientras que el peso argentino se devaluó en 64% y el guaraní retrocedió en 15% respecto a su valor frente al dólar.
“En términos bilaterales, estamos observando una apreciación del guaraní respecto al real y al peso argentino, eso tiene mucha relevancia para los precios en el sentido de que estos productos provenientes de Brasil y Argentina se han abaratado mucho más de lo que ha sido el abaratamiento de los productos paraguayos”, añadió.
Subidas y bajadas. Entre los productos que experimentaron el mayor incremento de precios en julio de 2020, respecto a un año atrás, figuran los huevos, los automóviles, los medicamentos y educación primaria y universitaria, con variaciones de 19,1%; 14,1%; 7%; 4,9% y 3,9%, respectivamente.
Los resultados opuestos se observaron en productos como menudencias vacunas, combustibles, hortalizas y tubérculos frescos, cervezas y quesos, con niveles de abaratamiento interanual de -17%; -11,3%; -6,9%; -6,2% y -5,5%, según los registros del BCP.
