Lo que se proyectaba como un año de repunte para el sector agrícola del país, poco a poco se está tiñendo de incertidumbre debido a la falta de lluvias en las últimas semanas, época decisiva para la producción de la soja.
Según estimaciones oficiales del Banco Central del Paraguay, para el 2023 se espera un crecimiento del 4,5% del Producto Interno Bruto (PIB), que en gran medida se encuentra sustentado en la agricultura local, con una incidencia de 1,8 puntos porcentuales del total del sector primario, que es de 1,9 puntos porcentuales.
Desde algunos sectores agropecuarios indicaron que las proyecciones realizadas por la banca matriz tienen su lógica de buen “crecimiento” ya que se basan en la cosecha del 2022, que fue catalogada por muchos como una de los peores en varios años, por lo que se estima una buena recuperación del sector con esta cosecha del 2023.
Cabe recordar que este año hubo una caída de alrededor de 7 millones de toneladas de soja en la producción de la zafra 2021/22, lo que significó que más de USD 3.500 millones dejaron de ingresar en concepto de exportaciones del grano, lo que repercutió negativamente en toda la cadena comercial, en la cadena logística y en la economía nacional en general.
Hugo Pastore, vocero de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), señaló que desde hace 17 días no se registraron buenas lluvias en el campo, lo que pone en riesgo toda la buena perspectiva que se tenía para la cosecha del 2023.
Además, resaltó que ahora es el momento crucial en la siembra de soja, para tener una buena cosecha, ya que es la etapa en donde las semillas se van cargando, lo que define todo.
“Si no llueve dentro de los próximos días, la producción podrá verse seriamente afectada nuevamente. Si bien se registraron algunas lluvias en algunas zonas, estas no fueron suficientes ya que la tierra está muy seca, por lo que se necesita de mucha agua”, explicó.
Asimismo, indicó que debido a la falta de lluvias, la producción de soja ya se está viendo afectada. Tal es caso que ya se estima una pérdida de 1 millón de toneladas para el 2023 respecto a las proyecciones iniciales, lo que genera que nuevamente las altas expectativas vayan cayendo.
Por su parte, el titular de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, manifestó que la producción para el 2023 venía bastante bien, por lo que se tenía una gran expectativa por parte de todos los sectores hasta los primeros días del mes de diciembre, hasta que la falta de lluvía volvió a golpear la puerta de la incertidumbre en el rubro.
“A partir de la segunda semana de diciembre es que comienza nuevamente la incertidumbre por la falta de lluvia, ya que ahora es el momento de mayor exigencia de los cultivos. Si bien hay aguaceros, esto no nos sirve, ya que necesitamos lluvias generalizadas”, señaló Cristaldo.
Asimismo, indicó que esta situación ya está generando preocupación a los productores, pues las altas expectativas que se tenían en cuanto a la producción comienzan a bajar y se perfilan a no llegar a una cosecha óptima como se tenía previsto en un primer momento.
“Evidentemente, la expectativa de producción no se va a cumplir, es evidente que no se va a llegar a los óptimos rendimientos esperados, ya existe una pérdida. Con las próximas lluvias, lo que se espera es que la merma no se vaya prolongando más y no se tenga una mala producción como lo fue este año”, expresó Cristaldo.
Igualmente, manifestó el titular de la UGP que es muy temprano para sacar un estimativo, ya que esta situación aún se puede aliviar si es que en las próximas semanas hay lluvias, lo que podría nuevamente cambiar el panorama del sector.
Sin embargo, dejó en claro que si no hay ningún tipo de precipitaciones para los próximos días, “ya va a haber algún tipo de complicaciones en las siembras, por lo que toda esa expectativa de crecimiento de Paraguay puede verse en jaque”.
“Esta merma podría ocasionar nuevamente severos problemas al país, ya que la pérdida de alrededor de 7 millones de toneladas ocasionó que miles de personas se queden sin trabajo, en su gran mayoría camioneros, que a su vez desembocó en miles de conflictos, como fue el tema de la movilización de este sector”, puntualizó Cristaldo.
Por último, el presidente de la UGP resaltó que hasta el momento se estima que por hectárea haya una cosecha en promedio de 2.900 a 3.000 toneladas, pero que de igual forma “es difícil dar un estimativo certero, ya que existe un mosaico de lluvias, por lo que a mitad de enero se podrá dar números más precisos de la situación”.
Una caída moderada
Sobre esta situación, el economista Fernando Masi señaló que si bien es cierto que en los principales rubros agrícolas no se va a llegar a cumplir las expectativas de producción en cuanto a toneladas, indicó que de igual forma se tratará de una caída moderada y no será igual que la cosecha de este 2022.
“No estamos ante una sequía como lo fue en los primeros meses de este año y los últimos meses del 2021, por lo que no veo que exista posibilidades de ser igual a la cosecha que se tuvo en este año”, resaltó Masi.
Así también, comentó que de igual forma se están previendo lluvias para las próximas semanas, lo que es algo alentador, hecho que no pasaba con la cosecha pasada, en donde ni precipitaciones eran pronosticadas por las autoridades.
Además, expresó que estamos en un momento de “rebote de la producción agrícola”, que es la base de toda la economía nacional.
“Si bien se tiene previsto desde una baja de 1 millón de toneladas (en la producción de soja de la campaña 2022/2023), igual tendremos una producción de 9 millones, que es muy auspicioso en comparación a lo que fue el periodo pasado”, explicó el economista del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep).
El crecimiento del PIB puede no verse afectado
Por su parte, el analista y economista César Barreto señaló que el crecimiento económico de 4,5% estimado por el Banco Central del Paraguay para el año entrante se encuentra por debajo de lo anunciado en algunas proyecciones de consultoras locales, por lo que ya pueden haber tomado un cifra inferior para dar el resultado.
“Muchos analistas, como en mi caso, estamos estimando un crecimiento de alrededor del 6% (del PIB), previendo que tendremos como resultado una producción de alrededor de 9 millones de toneladas (de soja). Capaz el Banco Central, al dar este número, ya tuvo en cuenta esta variable en la producción”, expresó Barreto.
De igual forma, señaló que aún es muy prematuro dar una respuesta a esta situación del sector, y que a final del mes de enero se podrá ver bien el panorama de cómo se comportará este rubro y qué zona afectará más.
Igualmente, señaló que la zafra de este año de la producción agrícola fue muy severa, ya que no solo hubo una mala cosecha en algunas partes del país, sino que fue de manera general, lo que hizo que la economía nacional se resintiera y cayera de manera abismal.
Por su parte, el viceministro de Economía, Iván Haas, en un programa local señaló que el nuevo año es bastante auspicioso y tanto el BCP como algunos agentes económicos prevén una expansión de la economía en torno al 5%. “Las perspectivas son mejores, principalmente basadas en una mejora de la producción agrícola”, resaltó.
