Por Marcos Fernández – Director de Belive y Presidente de Codesarrollos
En Paraguay existe una nueva cultura de comportamiento financiero.
En la época de los 90’s era casi imposible pensar en quitar un crédito bancario para consumo y menos aún un crédito hipotecario a una edad temprana – antes del rango de edad los 35-40 años – ya que, por lo general, el costo de la vivienda todavía no era tan elevado.
En el tiempo de los millennials, esto cambió rotundamente. Cada vez se necesitan más unidades inmobiliarias para lograr satisfacer el sentido de independencia de los jóvenes, que necesitan vivir en forma más aventurera y ya no más en el seno familiar, lo cual hizo que se despierte la necesidad de un crédito hipotecario a menor rango de edad.
Por lo tanto, nos preguntamos:
- ¿Cuál es la mejor edad para tramitar un Crédito Hipotecario?
- ¿Como los bancos evalúan a los clientes para otorgar un crédito a largo plazo?
- ¿La edad es un factor importante en el análisis de Crédito?
Todas estas consultas son importantes a la hora de calcular el nivel de riesgo personal más allá de la capacidad de pago individual o de la sociedad conyugal. Teniendo en cuenta esto, es importante analizar en forma más profunda cómo nos analizan las organizaciones financieras:
El Scoring
El scoring bancario sirve para determinar cuán riesgoso es otorgarle a una persona algún producto a pagar a plazo, como un crédito personal.
¿Cómo influye la edad?
En un análisis publicado en ComparaGuru.com se incluyó a 5.207 prospectos para tarjetas de crédito, 65% de los cuales son millennials (nacidos entre 1980 y 1999). Las generaciones anteriores, llamadas baby boomers y generación X, tienen un promedio de scoring de 629 y 620, respectivamente.
De acuerdo con los datos recabados, la edad no necesariamente es determinante para tener un alto score, pues una persona de 30 años con dos tarjetas y un crédito automotriz tiene más historial crediticio que una de 50 años que jamás ha pedido un crédito.
Relación score-ingresos
El score tampoco está directamente relacionado con los ingresos de los millennials, según los datos arrojados en el mencionado estudio. De hecho, las personas con ingresos menores a USD 1.000 tienen un mejor puntaje que los que ganan una cantidad superior.
Si bien el score crediticio no lo es todo, tener uno bueno sin duda puede contribuir a que las personas accedan a mejores productos financieros. Por ello, recomendamos lo siguiente:
- Pagar a tiempo créditos y servicios.
- Evitar pedir dos o más tarjetas de crédito al mismo tiempo.
- No consultar el historial crediticio muchas veces seguidas.
- No visitar muchas instituciones financieras para pedir créditos o préstamos en un corto periodo de tiempo.
- No pedir créditos que rebasen su capacidad de pago.
Sin embargo, muchas dudas surgen a la hora de tomar la decisión para adquirir un beneficio de este estilo. ¿Me alcanzará con mi salario? ¿No me retrasaré en los pagos? ¿Cumpliré con todos los requisitos de las entidades?
A raíz de esto surgió una regla que no figura en los modelos de scoring – o al menos no lo mencionan –, el cual es acortar los plazos de crédito a personas con la edad avanzada [más de 50 años]. Es decir, si uno a los 30 años solicita un crédito a 20 años, tiene hasta los 50 años para cancelarlo; lo cual, por silogismo, nos deja una regla: a mayor edad, menor plazo de crédito hipotecario.