Al inicio de esta semana, la Real Academia de Ciencias de Suecia otorgó el prestigioso Premio Nobel de economía a tres investigadores que abocaron sus estudios al impacto de ciertas variables en el mercado laboral, por medio de la observación empírica. Se trata del canadiense David Card, el estadounidense Joshua D. Angrist y el holandés Guido W. Imbens, quienes se reparten la distinción de este año.
En particular, para el caso de David Card, la premiación tuvo que ver con su aporte a la metodología en el trabajo de la investigación en el ámbito económico por medio de la observación empírica. Para los otros dos investigadores, la premiación estuvo relacionada con la contribución metodológica al análisis de las relaciones causales dentro de la economía.
El portal de noticias “El Economista”, de España, informó que de las 10 millones de coronas suecas en las que consiste el Premio Nobel de Economía, 5 millones serán para Card, mientras las otras 5 se repartirán a partes iguales entre los otros dos galardonados.
La diferencia fundamental radica en que Card fue quien determinó la importancia de la evidencia empírica para estudiar fenómenos relacionados con la economía, como lo es el mercado laboral; mientras que por su parte, los otros dos -Angrist e Imbens- realizaron aportes a la metodología por medio de la cual se pueden interpretar los datos obtenidos.
Según explicó la Academia Sueca desde su sitio web oficial, estos tres investigadores han proporcionado nuevos conocimientos sobre el mercado laboral y han mostrado que se pueden tener conclusiones desde la investigación empírica con la observación de las causas y efectos. Incluso, este enfoque se ha extendido a otras áreas de la investigación.
“Muchas de las grandes preguntas en las ciencias sociales pueden ser respondidas por medio de la causa y el efecto ¿Cómo afecta la inmigración a los niveles de salario y empleo? ¿Cómo afecta una educación más prolongada a los ingresos futuros de una persona? Estas preguntas son difíciles de responder porque no tenemos nada que usar como comparación”, apunta la Academia.
Estas y otras preguntas son las que han procurado responder los investigadores en cuestión, mediante los experimentos naturales. La clave está en utilizar situaciones en las que los acontecimientos fortuitos o cambios de política provoquen que grupos de personas sean tratados de una u otra manera, observar el contexto, de una manera similar a los ensayos clínicos.
Mercado laboral
Utilizando experimentos naturales, por medio de la observación empírica, David Card ha analizado los efectos del salario mínimo, la inmigración y la educación en el mercado laboral. De esta manera, el científico desafió a la sabiduría convencional de la investigación económica, apuntando el resultado de ciertos efectos sobre determinadas “causas” o variables.
Por ejemplo, una de las conclusiones que realiza Card desde la década de los noventa es que aumentar el salario mínimo en un país no necesariamente conduce al aumento del desempleo. Para determinar esto, se utilizó un experimento natural de modo a estudiar cómo incidió el aumento del sueldo mínimo al empleo en Nueva Jersey y Pennsylvania entre 1991 y 1995.
Resulta que en abril de 1992, el salario mínimo por hora se incrementó en el estado de Nueva Jersey, de 4,25 dólares a 5,05 dólares, y a pesar de esto, el empleo no se vio resentido ese año ni en los posteriores.
Otra de las conclusiones del economista, obtenidas por medio de la observación, es que la población local de un determinado país siempre puede verse beneficiada por la mano de obra de una nueva inmigración de extranjeros, mientras que los que inmigraron antes pueden verse afectados negativamente por aquellos extranjeros que van llegando a ese país.
La educación es el campo de otra de las afirmaciones realizadas por el investigador; específicamente, se refiere a que los recursos de que disponen las escuelas son mucho más importantes de lo que se pensaba antes para el futuro de los estudiantes, en el mercado laboral. Los años de estudio de una persona tienen una relación directa con su capacidad de ingresar y desenvolverse correctamente en el ámbito laboral, posteriormente.
De esta manera, resulta que los años adicionales de educación de una persona tienen un efecto positivo en sus ingresos posteriores. Además, el estudio expone que las personas nacidas hacia el final del año (cuarto trimestre) suelen tener más años de estudio que las nacidas en la primera parte del año (primer trimestre), y por ende un mayor nivel de ingresos, según una observación realizada entre 1935 y 1939.
Metodología
La Academia explica que los datos de un experimento natural, con conclusiones por medio de la observación, son difíciles de interpretar. Por ejemplo, extender la educación obligatoria por un año para un grupo de estudiantes (pero no para otro) no afectará a todos en ese grupo de la misma manera.
Algunos estudiantes habrían seguido estudiando de todos modos y, para ellos, el valor de la educación a menudo no es representativo de todo el grupo. Entonces, surge la siguiente pregunta: ¿Es posible sacar alguna conclusión sobre el efecto de un año extra en la escuela?
De allí surge el aporte científico de los otros dos galardonados, ya que a mediados de la década de 1990, Joshua Angrist y Guido Imbens resolvieron este problema metodológico, demostrando cómo se pueden extraer conclusiones precisas sobre causa y efecto a partir de experimentos naturales. Es decir, la solución que ofrecen sobre la interpretación es la metodología para este tipo de observaciones.
Peter Fredriksson, presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas, dijo que los estudios de Card sobre temas fundamentales para la sociedad, así como las contribuciones metodológicas de Angrist e Imbens, demostraron que los experimentos naturales son una rica fuente de conocimiento.
“Su investigación ha mejorado sustancialmente nuestra capacidad para responder preguntas causales clave, lo que ha sido de gran beneficio para la sociedad”, afirmó el científico a una publicación realizada en la página web del Premio Nobel.
“Joshua Angrist y Guido Imbens mostraron cómo se pueden utilizar los experimentos naturales para llegar a conclusiones sobre causa y efecto. Los experimentos naturales difieren de los ensayos clínicos, ya que el investigador no tiene un control completo sobre quién recibe el tratamiento”, se explica desde la Academia Sueca.
¿Quiénes son los ganadores?
David Card nació en Guelph (Canadá), en 1956, y se doctoró por la Universidad de Princeton en 1983. Actualmente es profesor de Economía en la Universidad de California, en Berkeley.
Joshua D. Angrist nació en Columbus (Ohio, Estados Unidos), en 1960, y se doctoró por la Universidad de Princeton en 1989. Trabaja en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) en Cambridge.
Guido W. Imbens nació en Eindhoven (Países Bajos), en 1963, y se doctoró por la Universidad de Brown (en Providence, Estados Unidos) en 1991. Trabaja en la Universidad de Stanford.
El Premio Nobel de Economía
El nombre completo de este galardón es Premio de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, se otorga desde el año 1969 y fue instituido en 1968 a partir de una donación a la Fundación Nobel del Banco Nacional de Suecia con motivo de su 300 aniversario, destaca El Economista.