ANÁLISIS
El Ministerio de Hacienda realizó el martes la primera subasta de bonos del Tesoro del año en el mercado de valores local. En la ocasión, puso a disposición de los inversionistas un total de G. 196.460 millones, pero solamente colocó G. 28.208 millones.
La cartera fiscal había planeado realizar la reapertura de cuatro series de títulos, a 7, 10, 15 y 20 años, por G. 45.000 millones, G. 42.200 millones, G. 45.000 millones y G. 64.260 millones, con tasas de interés de 7,75%; 7,80%; 8% y 9,90%; respectivamente.
No obstante, solamente adjudicó dos series, las de 7 años y 20 años, pero tampoco en su totalidad. Las otras dos series (de 10 y 15 años) no fueron colocadas debido a que no se alcanzaron los precios inicialmente ofertados.
Según detallaron desde la cartera de Estado, el bono de G. 45.000 millones, a 7 años de plazo, recibió una demanda de G. 77.500 millones, pero el monto adjudicado fue de solo G. 2.500 millones.
En lo que respecta a la reapertura del bono a 20 años, el monto licitado fue de 64.260 millones y recibió demanda por G. 57.708 millones (bajo la par), y solo G. 25.708 millones fue lo finalmente colocado.
Las series que no fueron adjudicadas corresponden a la de 10 años (42.200 millones) y de 15 años (G. 45.000 millones). Estas recibieron ofertas bajo la par, es decir, la demanda recibida no alcanzó el valor nominal de los títulos.
Es importante señalar que esta negociación bajo la par es poco frecuente en este tipo de operaciones. De hecho, en la última emisión del año pasado, el Ministerio de Hacienda había recibido una demanda de cuatro veces mayor a lo ofrecido.
En esa ocasión, la cartera fiscal había adjudicado la reapertura de un bono a 7 años y dos bonos a 10 años de plazo, que en conjunto totalizaron G. 49.374 millones y había conseguido colocarlos sobre la par, con tasas de interés efectivas de 7,29%, 7,38% y 7,38%, teniendo en cuenta su tasa de interés nominal o facial de 7,75%, 7,90% y 7,80%, respectivamente.
¿Qué factores incidieron para estos resultados?
Elena Acosta, gerente de operaciones de la Bolsa de Valores de Asunción (BVA), explicó primeramente que los inversionistas que compran los bonos del Tesoro también son los que tienen acceso a las Letras de Regulación Monetaria (LRM), emitidas por el Banco Central del Paraguay (BCP).
Añadió que, actualmente, las LRM están teniendo una muy buena tasa y pasan a competir con los bonos emitidos por el Ministerio de Hacienda a través de la Bolsa de Valores.
“Lo que hacen los inversionistas es agarrar y poner un precio menor para tener una tasa un poco mayor o casi igual a lo que están pagando las LRM. Estos resultados tienen mucho que ver con la política monetaria que está aplicando ahora el BCP para poder detener la inflación”, sostuvo.
En este sentido, Acosta comentó también que de las cuatro series licitadas por el Fisco, dos en particular tenían tasas y plazos mucho mayores a los de las LRM, lo que hizo que los inversionistas demandasen un precio menor por esos títulos para que las tasas sean mayores a lo que Hacienda estaba dispuesto a pagar.
“Hacienda no aceptó esos precios bajo la par porque, al estar aceptando esos precios bajo la par, iban a estar pagando una tasa más alta de interés, que no era el objetivo del Ministerio. Por eso se rechazaron todas las ofertas y eso hizo también que las colocaciones no sean exitosas”, precisó.
La gerente de operaciones aclaró que estos montos no adjudicados volverán a ser licitados en los próximos meses, ya que la Cartera de Estado mensualmente realiza emisiones en la BVA.
Enfatizó en que si las tasas de las LRM bajan, Hacienda tendrá éxito en su colocación, “pero mientras estas tasas de las letras compitan con las tasas de los bonos a través de la Bolsa de Valores, entonces posiblemente esto se siga dando”, aseveró.
Acosta resaltó que esta situación solo afecta al Ministerio de Hacienda, no así a las otras emisiones, que más bien son bonos corporativos, títulos distintos a los bonos del Tesoro que tienen garantía del Estado.
“Normalmente, los bonos corporativos emitidos por otras empresas tienen una tasa mayor a la que tienen los bonos del Tesoro, pero son instrumentos distintos, por eso es que no entran a competir directamente entre ellas”, explicó.
Por otro lado, la experta aclaró que el inversionista es el que realmente marca la cancha y dice cuánto es lo que está dispuesto a pagar por un título.
“Ayer (por el martes), todo el mundo estaba demandando los títulos de Hacienda a una tasa mucho mayor a lo que el Ministerio estaba dispuesto a pagar, eso fue lo que realmente pasó”, finalizó.