Tras ocho trimestres consecutivos de caída, el sector de la construcción logró revertir su tendencia en 2024, acumulando un crecimiento del 5,3% e incidiendo con 0,8 puntos porcentuales en la expansión del PIB de ese periodo. Según el BCP, este repunte se dio gracias a una mayor ejecución de obras públicas y privadas.
El mejor dinamismo también se reflejó en mayor empleo, con más de 229.000 ocupados y un aumento en los ingresos promedio. Los créditos al sector crecieron levemente y la morosidad mostró una orientación a la baja. Además, la banca matriz ajustó al alza su proyección del sector para 2025, de 4,3% a 4,9%.
El sector construcción experimentó caídas durante ocho trimestres consecutivos, desde el segundo trimestre de 2022 hasta el primer trimestre de 2024, debido a una combinación de factores, principalmente la falta de inversiones públicas y privadas, la acumulación de deudas del Estado con las constructoras, y los desafíos macroeconómicos como la inflación y el impacto del plan de convergencia fiscal.
Según datos del Banco Central del Paraguay (BCP), en el segundo trimestre de 2022, el sector registró una retracción del 5,1%. En el trimestre siguiente, la caída fue del 6,1%, y al cierre del año, el cuarto trimestre presentó una disminución del 12,2%.
En 2023, el sector siguió en retroceso. El primer trimestre registró una caída del 13,4%, seguida de una disminución del 4,6% en el segundo trimestre. En el tercer trimestre, la caída fue del 2,2%, y en el cuarto, experimentó una disminución del 7,5%. Finalmente, el primer trimestre de 2024 mantuvo una caída del 2,2%.
Sin embargo, a partir del segundo trimestre de 2024, el sector comenzó a mostrar un notable dinamismo. Ese trimestre registró un crecimiento del 4,7%, seguido de una expansión del 6% en el tercer trimestre. El año cerró con un fuerte repunte, alcanzando un crecimiento del 13,6% en el cuarto trimestre. De esta manera, este sector acumuló un aumento del 5,3% a lo largo del 2024 e incidió con un 0,8% en el crecimiento del PIB de Paraguay al cierre del 2024.
De acuerdo a la banca matriz, el comportamiento de la construcción en el último trimestre fue impulsado por el mayor ritmo de ejecución tanto pública como privada, lo que a su vez impulsó una recuperación en la demanda de los principales insumos empleados por el sector, sobre todo en la parte de producción nacional.
Además, la formación bruta de capital fijo (inversión total en activos fijos) acumuló una expansión del 8,3% el año pasado, explicada por los incrementos registrados principalmente en la inversión en el sector de la construcción de maquinaria y equipos.
Teniendo en cuenta este escenario, en el último informe de Política Monetaria el BCP espera que este buen dinamismo continúe también en el 2025 y ajustó al alza la proyección de crecimiento del sector de la construcción en 0,6 p.p., de 4,3% a 4,9%. “Esta mejora es consistente con la mayor ejecución de obras públicas y privadas observada en los últimos meses”.
CRÉDITOS Y MOROSIDAD EN EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN
Los créditos concedidos al sector de la construcción registraron un ligero aumento al cierre de febrero de 2025, totalizando más de G. 4,85 billones (USD 606 millones), lo que representa un incremento del 1% en comparación con los G. 4,80 billones registrados en febrero de 2024.
En cuanto a la distribución por moneda, hasta febrero de 2025, los créditos en guaraníes sumaron G. 3,2 billones (unos USD 403 millones), mientras que en dólares ascendieron a USD 205 millones.
La morosidad en el sector de la construcción, de febrero de 2024 a febrero de 2025, mostró fluctuaciones. En el segundo mes del año pasado se había ubicado en 3,92%, para luego subir a 5,48% en mayo, y después comenzó a disminuir gradualmente, alcanzando 3,19% en febrero de 2025, reflejando una mejora en los últimos meses.
EMPLEO
De acuerdo con los últimos datos de la Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC) del Instituto Nacional de Estadística (INE), el sector de la construcción en Paraguay ocupó a 229.391 personas en el cuarto trimestre de 2024, lo que representa la generación de 14.079 nuevos puestos de trabajo.
Al cierre del año pasado, el ingreso mensual corriente promedio de los trabajadores del sector fue de G. 2.990.900. Por sexo, los hombres percibieron en promedio G. 2.965.600, mientras que las mujeres alcanzaron un ingreso promedio de G. 4.155.300.
Por área geográfica, el ingreso promedio en zonas urbanas fue de G. 3.319.100 (G. 3.103.000 para hombres y G. 4.155.300 para mujeres), mientras que en el área rural se ubicó en G. 2.749.000.
Además del aumento en la cantidad de ocupados, el sector también mostró una mejora en los niveles de ingreso. En promedio, las personas que trabajan en la construcción reportan una jornada habitual de 47,7 horas semanales.
OBRAS PÚBLICAS
El importante crecimiento responde en gran medida a la intensificación de proyectos de infraestructura promovidos por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), aseguraron desde la institución. “La reactivación de obras paralizadas y el lanzamiento de nuevas iniciativas actuaron como catalizadores en la generación de ocupaciones”.
El panorama para el año en curso se presenta favorable para el sector. Con la cartera de proyectos en ejecución y los nuevos emprendimientos anunciados por el MOPC, se prevé que la actividad mantenga su tendencia creciente.
De sostenerse el impulso observado durante el 2024, la construcción podría posicionarse como uno de los sectores que impulse el mercado laboral durante 2025, contribuyendo decisivamente a la reactivación económica nacional y al bienestar de miles de familias vinculadas directa e indirectamente a la actividad.
Guillermo Mas, presidente de la Cámara Paraguaya de la Industria de la Construcción (Capaco) señaló que “el sector de la construcción es uno de los principales motores de la economía nacional. Cada inversión en infraestructura genera empleo directo e indirecto y tiene un efecto multiplicador inmediato en toda la cadena logística.”
Agregó “desde la Capaco creemos que apostar por la construcción, es clave para dinamizar la economía, especialmente en momentos en que el país necesita sostener el ritmo de crecimiento. Invertir en obras es una apuesta al desarrollo, a la competitividad y al bienestar de la ciudadanía”.