Jorge Molina, ministro secretario de la Autoridad Reguladora Radiológica y Nuclear, afirmó que el país necesita avanzar en la diversificación de su matriz energética y consideró que la energía nuclear en Paraguay, es una opción viable, al tratarse de una fuente limpia, firme y constante, que no depende del clima.
A su criterio, la inversión podría canalizarse a través de alianzas público-privadas (APP). En ese sentido, indicó que ya se está trabajando en un Plan Nacional de Energía Nuclear y en un convenio con la Texas A&M University para la formación de ingenieros nucleares.
Según los estudios de prospección del plan maestro de la ANDE y del Viceministerio de Minas y Energía, entre 2030 y 2035, Paraguay podría utilizar toda la energía eléctrica que produce actualmente, ya que se observa un incremento acelerado en la demanda de energía, que en el 2024 cerró con un aumento del 13%.
Es importante mencionar que actualmente Paraguay depende en un 100% de las hidroeléctricas para la generación de energía, por lo que si el país sigue sin incorporar más megavatios a la red se llegará a un tope en el próximo quinquenio.
Las prospecciones toman como base el valor medio del caudal del río Paraná para Itaipú. Sin embargo, el mismo se ve afectado debido a la sequía. Cabe recordar que el año pasado, Itaipú produjo un 40% menos a causa de este fenómeno climatológico.
PARAGUAY NECESITA DIVERSIFICACIÓN
Sobre el punto, Jorge Molina, PhD en física de altas energías y ministro de la Autoridad Reguladora Radiológica y Nuclear ARRN; habló con MarketData; enfatizando la imperiosa necesidad de que Paraguay avance en la diversificación de su matriz energética.
Específicamente respecto a la sequía manifestó que, hoy en día no se está pudiendo levantar el nivel de los ríos, por lo tanto, hay que bajar las expectativas sobre la capacidad de producción de Itaipú. Esto, según explicó, acortaría el plazo del tope, incluso para antes del quinquenio 2030-2035.
“Esta situación preocupa mucho, porque no se están inyectando nuevos megavatios al sistema eléctrico nacional, lo que puede llevar a una crisis energética como la que se vive hoy en Ecuador, donde también dependen 100% de la hidroeléctrica y deben implementar apagones programados cada semana. Ese podría ser nuestro futuro si no conseguimos elevar la oferta de energía”, explicó.
CÓMO AUMENTAR LA OFERTA ENERGÉTICA
A la opinión del experto, la oferta energética se puede aumentar de varias maneras. El plan maestro de la ANDE prevé la introducción de PCH (pequeñas centrales hidroeléctricas), energía solar, termoeléctricas a gas, y energía eólica.
En esa línea, consideró que también es necesario introducir la energía nuclear y mencionó que Paraguay ya está avanzando en el desarrollo de un Plan Nacional de Energía Nuclear, que se prevé para diciembre de 2025 y contempla la producción de energía eléctrica con reactores modulares pequeños (SMR).
Sobre el punto dijo que, en Canadá se licenció recientemente el primer SMR, con capacidad de hasta 300 MW, lo que equivaldría a media turbina de Itaipú, por lo que si Paraguay incursiona en este segmento, ya podría iniciar el proceso, atendiendo a que el desarrollo de las plantas nucleares por lo general, conlleva un tiempo aproximado de 10 años.
“En el mejor de los casos, en 5 años sería factible su implementación, tal vez menos, pero depende de la voluntad política”. Aseguró asimismo que el presidente Santiago Peña solicitó que se estudie la posibilidad de incluir a la energía nucleoeléctrica, y ya se comenzaron a dar los primeros pasos a fin de obtener los permisos correspondientes de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Explicó también que los nuevos reactores modulares son todos iguales y pueden colocarse uno al lado del otro y no requieren de mucho espacio físico, ni mucha revisión técnica interna. Pero, sí de licencia ambiental, estudio del suelo y otros aspectos de seguridad, además de la construcción.
Al mismo tiempo señaló que lo más importante para una planta de energía nuclear en Paraguay, es la formación del personal y para esto, ya se encuentran cerrando un convenio con la Texas A&M University para la formación de los ingenieros nucleares.
¿CUÁL ES LA SALIDA MÁS RÁPIDA?
De acuerdo con Jorge Molina, no existe una sola tecnología exclusiva que pueda resolver el problema energético nacional, sino que lo ideal sería que se empiece a trabajar en paralelo en los varios frentes. A su visión, es posible empezar con la implementación de la energía solar, la construcción de PCH, y en paralelo la construcción del reactor.
Sobre el punto remarcó que cualquiera de las tres opciones es buena. Sin embargo, para el caso de los paneles solares, el proceso de comprar los equipos, esperar el despacho, la instalación e integración de la red, podría tomar entre tres a cinco años.
“La solución es generar más energía y con las PCH también tendríamos un límite y además también presentan problemas ambientales”, aseguró
Con relación a la energía nuclear, explicó que esta es la más cara, pero también la más duradera, debido a que un reactor puede durar unos 80 años y puede extenderse por otros 80 más.
“La energía nuclear es energía firme, no depende del sol ni del clima, funciona las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, con una despachabilidad del 95%. Cosa que no pasa con la solar”, añadió.
«No existe una sola tecnología exclusiva que pueda resolver el problema energético nacional. Lo ideal sería que se empiece a trabajar en paralelo en los varios frentes. Empezando con la implementación de la energía solar, la construcción de PCH, y en paralelo la construcción del reactor para energía nuclear en Paraguay».
Jorge Molina, PhD en física de altas energías y ministro de la Autoridad Reguladora Radiológica y Nuclear ARRN
¿LA ENERGÍA NUCLEAR REALMENTE CONLLEVA RIESGOS?
De acuerdo con el experto, con las nuevas tecnologías SMR, (small modular reactor o reactor modular pequeño), se destacan porque llegan hasta 300 MW. Eso significa que no tienen tanta cantidad de uranio y el riesgo de una explosión es de casi nulo.
En contraste afirmó que, siempre existe el riesgo de experimentar algún tipo de calentamiento dentro del núcleo, pero los sistemas de enfriamiento pasivo que tienen estas tecnologías, permiten ganar tres días de operación para la intervención humana para la resolución del problema.
“La tendencia actual son los pequeños y microreactores, ya no las torres de enfriamiento como se conocen tradicionalmente (aunque se siguen construyendo de este tipo en lugares donde se requiere mucha cantidad de energía). Cabe mencionar que en la COP28 se declaró que la energía nuclear es verde y limpia, ya que en esa reunión se decidió triplicar el uso de la energía nuclear en el mundo hasta el 2050, de lo contrario no se alcanzarán los objetivos del planeamiento total de la energía”, manifestó.
Asimismo, comentó que en el mundo existen unos 412 reactores funcionando y que en la actualidad, y de los que nunca se escuchan que hayan tenido problemas o inconvenientes desde su creación.
Al mismo tiempo dijo que muchos de los temores respecto a la implementación de plantas nucleares son infundados. Incluso consideró que existe mayor seguridad en los reactores nucleares que en cualquier otra industria del mundo.
“La probabilidad de accidentes grandes es muy baja, hasta ahora las mayores tres fueron: Fukushima, Three Mile Island en EEUU; y Chernóbil. Sí, puede pasar, pero es muy poco probable”, remarcó Molina.
PROYECCIÓN
La propuesta inicial para implementar esta nueva tecnología en Paraguay es arrancar con un reactor de 300 MW, para luego ir sumando otros de la misma potencia en el mismo sitio, atendiendo a que estos equipos no requieren de mucho espacio físico.
Sobre el punto, cabe explicar que según el ministro secretario de la ARRN, la energía solar plantea desafíos significativos en términos de espacio y durabilidad. Una planta solar que genera 1 megavatio requiere aproximadamente 2 hectáreas de terreno, lo que significa que para generar 700 megavatios se necesitarían 1.400 hectáreas, retirando tierras de uso agrícola o ganadero.
Las baterías solares tienen una vida útil de solo 5 años, lo que genera una gran cantidad de residuos que deben ser gestionados adecuadamente. Por su parte, los paneles con una vida útil de 30 años, se podrían ver afectados en caso de instalarse en el Chaco, por las condiciones climáticas extremas que pueden reducir su eficiencia y vida útil.
Finalmente señaló que la inversión estimada para el plan de energía nuclear en Paraguay podría ser de alrededor de unos USD 1.000 millones, aunque se cree que en el país podría ser mucho menor debido a la posibilidad de utilizar recursos y empresas locales para la construcción del complejo nuclear.
El núcleo del reactor sería la única parte que se compraría e instalaría desde el exterior, mientras que la edificación, las tuberías y otros componentes podrían ser construidos localmente. Esto podría reducir significativamente el costo final.
LLAMADO
“Paraguay se posiciona como un «hub de energía» y la falta de la misma podría afectar negativamente el crecimiento y desarrollo del país y la inversión de USD 1.000 millones en 100 años, podría ser considerada razonable en este contexto. Además, la posibilidad de acceder a créditos blandos con años de gracia podría hacer que el proyecto sea aún más viable”, añadió Jorge Molina.
Para concluir, el ministro hizo un llamado a los tomadores de decisiones y empresarios para que consideren la energía nuclear como una solución viable para abordar la crisis energética en Paraguay.
Considerando que es fundamental invertir en diversas fuentes de energía y que el modelo económico puede ser público-privado o totalmente privado. Destacó también, la necesidad de revisar la parte legal, especialmente en cuanto a la venta de energía y los precios.