La pandemia del COVID-19 obligó a generar varias modificaciones en la estructura de muchos negocios y eventos desde el año pasado, con importantes cambios y con ideas que fueron surgiendo para poder recuperar ingresos perdidos en distintos ámbitos. En el terreno del fútbol, una de las ideas en este sentido fue la “Superliga” de clubes europeos, proyecto que pretendía torneos con clubes de élite.
Durante una entrevista realizada por la Agencia EFE, en el marco del “Sports Business Day”, el presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Gianni Infantino, brindó algunas reflexiones sobre el futuro del “deporte rey” para la próxima década y uno de los temas que abordó fue la postura institucional sobre la posibilidad de torneos de élite como salida de escape.
¿Hacia dónde camina este negocio (para la próxima década)? fue la pregunta realizada concretamente a Infantino durante el evento, a lo que respondió que en los últimos meses se ha hablado mucho de la “solidaridad» en el fútbol y de las estructuras piramidales que incluyen a equipos pequeños y grandes.
“La única organización que ingresa en todo el mundo y distribuye en los 111 países es la FIFA, tenemos que cuidar mucho esta estructura para la supervivencia del fútbol mundial. Tenemos que estar atentos a nivel de FIFA para saber qué tipo de competencias se van a hacer en el futuro, porque estoy convencido de que si hacemos competiciones artificiales, los ingresos van a bajar”, expresó.
Con esto, hizo referencia a que torneos del estilo de lo que pretende ser la Superliga no son la solución para el futuro de los ingresos del negocio a nivel mundial, ya que parte importante es la autenticidad de lo que pueden aportar todos los clubes y equipos del mundo en lo que él calificó como “torneos reales”.
Puso como ejemplo de esto al mundial femenino y otras competiciones que ya se han realizado últimamente con público, haciendo referencia a que en la medida que el público comience a volver a los estadios, también se irá marcando el camino para la recuperación del negocio a nivel mundial.
Opinó que se deben proteger los formatos tradicionales y mejorarlos con innovación para ir hacia adelante.
“Lo que es importante para mí como presidente de la FIFA es la inclusión, tiene que ser un papel de diálogo y análisis para ver cuáles son los problemas del fútbol y cómo podemos ayudar a resolver esos problemas. Hay algunas líneas que no se pueden pasar y siempre vamos defender las competencias que se juegan dentro de la estructura piramidal del fútbol y si alguien quiere organizar algo por fuera, estamos en contra”, dijo claramente Infantino sobre la Superliga europea.
Con respecto a la posibilidad de un mundial de clubes con 24 equipos a disputarse en China, como uno de los caminos para ir hacia adelante, se mostró mucho más abierto, aunque refirió que se debe tener en cuenta la globalidad de los los calendarios de la FIFA y que hay cuestiones jurídicas a ser resueltas.
Puntualizó que el calendario de la FIFA está marcado hasta el 2024, y luego se tiene que planificar hacia adelante teniendo en cuenta los intereses del mundo entero, lo que ya se ha comenzado a hacer con consultas a los actores principales como jugadores y técnicos, ya que son los que finalmente tendrán que hacer los viajes y llevar la carga de las competencias. “También escucharemos a los aficionados”, dijo.
Otro de los caminos considerados por el titular de la organización es la explotación del fútbol femenino, ámbito en el cual se está discutiendo la factibilidad de una mayor frecuencia de mundiales a nivel de países.
Al ser consultado sobre el mundial de Qatar, previsto para el año que viene, dijo que se espera un ingreso aproximado de USD 3.300 millones para la FIFA y hay un crecimiento en la expectativa con respecto al mundial pasado en Rusia, a pesar de la pandemia.