La actual pandemia de COVID-19 amenaza con empujar a más niños, niñas y adolescentes al trabajo infantil. De hecho, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Unicef alertaron en junio del 2020 que la crisis sanitaria puede provocar, por primera vez, un incremento del trabajo infantil después de dos décadas de avances.
Según estos organismos, es probable que en este último año se hayan agravado las causas fundamentales del trabajo infantil y el trabajo forzoso, entre las que destacan la pobreza, situación de niños solos y falta de acceso a educación.
Por esta razón es que el 2021 ha sido declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil.
Nuestro país también se une a lo declarado por la ONU. Varias instituciones estatales, como el Ministerio de Trabajo, la Comisión Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del Trabajo de los Adolescentes (Conaeti), con el apoyo de OIT y a través del Proyecto Algodón con Trabajo Decente, iniciaron una campaña comunicacional “Por un Paraguay sin trabajo infantil”.
La mencionada campaña incluye diversas acciones a través de redes sociales y medios de comunicación, para la difusión de mensajes de concienciación sobre el trabajo infantil en Paraguay.
En este sentido, la directora de Niñez y Adolescencia del Ministerio de Trabajo, Mariela Gómez, comentó que la campaña busca sensibilizar y concientizar sobre este gran flagelo que afecta a nuestro país y el mundo entero.
“El 12 de junio de cada año se conmemora el día mundial contra el trabajo infantil, pero este año fue declarado por la ONU como el año internacional para la erradicacion del trabajo infantil, por lo que decidimos aunar esfuerzos, en el marco del proyecto Algodón con Trabajo Decente con la OIT, y colocar la temática en la agenda país, y así juntos tomar acciones concretas para la eliminación del Trabajo infantil”, explicó.
Detalló que ocho instituciones estatales, más el sector sindical y empresarial, son los involucrados en la campaña que se lleva adelante en el marco de la Estrategia Nacional de Prevención y Erradicacion del Trabajo infantil 2019- 2024, que contempla ocho indicadores de cumplimiento Interinstitucional.
La alta funcionaria comentó que, en el caso de Paraguay, como datos estadísticos se puede mencionar la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (Eana) 2011, que señala que más 400.000 niños se encuentran en diversas actividades tipificadas cómo trabajo infantil peligroso.
No obstante, la directora explicó que si bien en Paraguay está prohibido el trabajo infantil, se promueve el trabajo adolescente protegido, lo cual cuenta con requisitos como el respecto de los horarios laborales, que la actividad no sea peligrosa, que el trabajador tenga un contrato de aprendiz, y que la paga no sea menor del 60% del salario minimo.
Con estos criterios, los adolescentes que deseen trabajar bajo esta modalidad deben tener entre 14 y 16 años de edad, cumpliendo hasta cuatro horas laborales; y de 16 a 18 años, hasta seis horas laborales.
Otro de los requisitos es que estos adolescentes deben estar escolarizados, ya que son personas en desarrollo, y sólo mediante el estudio se puede cortar con la cadena de pobreza.
En este punto, es importante señalar que según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares Continua 2020, realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), del total de niños, niñas y adolescentes de 10 a 17 años (1.123.328) en Paraguay, alrededor del 10% están ocupados, lo que representa a aproximadamente 112.000 personas.
En esta línea, la directora también instó a recurrir a las autoridades ante los casos de trabajo infantil, puesto que el artículo 5 del Código de la Niñez interpela a denunciar este hecho.
La cultura del trabajo infantil se debe desnaturalizar
En otro momento, la alta funcionaria reconoció que en nuestro país existe una cultura de hacer trabajar a los niños/as como opción de ayuda a la economía familiar, y enfatizó en que esa cultura es la que se debe desnaturalizar.
“Eso pretendemos con la campaña, hacer conocer que los niños deben estar escolarizados, ya que eso garantiza que van a estar en un ambiente de aprendizaje y de protección, con menos posibilidades de caer en trabajo infantil”, resaltó.
No obstante, aclaró que los niños pueden ayudar en las tareas de la casa, pero no hacerse responsables de la economía familiar. “El trabajo es de los grandes, los niños solo deben trabajar en sus sueños”, recalcó.
Por último, informó que los canales de denuncias respecto al trabajo infantil son el 147, fono ayuda, 133, Ministerio de la Defensa Pública, 911 en caso de peligro inminente; y la Dirección de Protección a la Niñez y Adolescencia, cuyo número de teléfono es el 0983-515-701
Acciones del MINNA
Por otra parte, en el marco de la citada campaña, también el Ministerio de la Niñez y Adolescencia (MINNA) dio a conocer las acciones inmediatas y las llevadas adelante por la entidad durante este tiempo de pandemia.
La institución informó que sólo el año pasado fueron atendidos 1.326 niñas, niños y adolescentes en situación de calle, de los cuales 57% son de primera infancia, 26% tienen de 0 a 13 años y 17% corresponde a adolescentes.
Así también, el 73% de los niñas, niños y adolescentes abordados residen en distritos del Departamento Central, y en un 27% son de la ciudad de Asunción. Las situaciones más recurrentes en calle son: venta ambulante, pedir dinero, limpiar vidrios, reciclaje, consumo de drogas, entre otras.
El MINNA recuerda que desde hace años cuenta con el programa Abrazo, de prevención, intervención y protección social a niñas, niños y adolescentes que realizan actividades económicas en espacios públicos, olerías, vertederos y en la agricultura.
En este sentido, durante los últimos 18 meses en contexto de pandemia, el Programa Abrazo ofreció de manera ininterrumpida los siguientes servicios: 20.500 seguimientos familiares (2020 – 2021), los cuales implican G. 10.508 millones en transferencias monetarias.
Así también, ha realizado entrega de alimentos por valor de G. 7.010 millones, y 12.800 beneficiarios recibieron cobertura en concepto de microseguro social
¿Qué es el trabajo infantil peligroso?
El trabajo infantil peligroso se refiere a la actividad realizada por una persona menor de 18 años, poniendo en peligro su bienestar físico, mental o moral. Está definido por el Estado Paraguayo a través del Decreto N° 4.951/05, por el cual se reglamenta la Ley N° 1657/01 que ratifica el convenio 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil.
Menciona también que el trabajo infantil está presente tanto en las zonas rurales como en las urbanas, y el 48,7% se encuentra en el sector agrícola. Enfatiza que algo menos del 50% de los que participan en el trabajo infantil lo hacen en el trabajo familiar.
Así también, se incluye al traslado de países o tránsito de fronteras, producción o venta de bebidas alcohólicas y tabaco, exposición al ruido y/o vibraciones constantes, uso de maquinaria y herramientas peligrosas, exposición al frío o calor extremo.
Además, contempla la explotación de minas, canteras y excavaciones, insalubres, con ganado mayor, modelaje con erotización de la imagen, transporte manual de cargas pesadas, trabajo en espacios confinados, trabajo infantil doméstico y criadazgo, los que generan daños ergonómicos por la postura, trabajos bajo agua o en medio fluvial, o en alturas, y trabajos con electricidad de alta tensión.
Informe OIT
Por otra parte, es importante señalar que de acuerdo al nuevo informe OIT-Unicef (2021), se estima que 8,2 millones de niños de entre 5 y 17 años trabajan en América Latina y el Caribe. La mayoría de estos niños son adolescentes varones, y el 33% son niñas.
Menciona también que el trabajo infantil está presente tanto en las zonas rurales como en las urbanas, y el 48,7% se encuentra en el sector agrícola. El informe enfatiza que algo menos del 50% de los que participan en el trabajo infantil lo hacen en el trabajo familiar.
Además, dice que más del 50% de los niños realizan trabajos peligrosos, es decir, que atentan contra su salud, educación y bienestar. El trabajo infantil es una triste realidad para demasiados niños en esta región.
Estos organismos también advierten que a pesar de la disminución del trabajo infantil en la región de América Latina y el Caribe -en 2,3 millones entre 2016 y 2020-, se estima que la crisis provocada por la pandemia podría revertir esta tendencia positiva.
Así también, sostienen que el número de niños y niñas en hogares con pocos ingresos aumentó como consecuencia de la pérdida de empleo e ingresos de las familias, y estas pueden recurrir al trabajo infantil como mecanismo de supervivencia. Según la OIT, esta práctica podría aumentar entre 1 y 3 puntos porcentuales, es decir, entre 100.000 y 326.000 niños más.