El Banco Central del Paraguay (BCP) confirmó el riesgo a la baja que implica para la actividad económica del país la disposición de la “cuarentena social” impuesta desde esta semana para frenar el ritmo de contagio del nuevo coronavirus.
Aun con este panorama, la banca matriz decidió mantener en 0,75% la tasa de política monetaria (TPM), que disminuyó intensamente desde que se decretó la emergencia sanitaria por COVID-19, en marzo pasado.
Esta situación fue expuesta en el comunicado emitido por el Comité de Política Monetaria (CPM), en la tarde de este lunes. “Teniendo en cuenta el aumento en el ritmo de contagios de COVID-19 y una prolongación de la ´cuarentena social´ establecida, representarían un riesgo a la baja para la actividad económica y para la demanda en los próximos meses”, relató el colegiado.
El ente emisor reconoce que los indicadores de actividad económica exhibieron una mejora en el desempeño de junio del 2020 – respecto a los resultados que se observaron entre abril y mayo –, impulsado por la mejora de sectores como las manufacturas, construcciones y ganadería, a lo que se sumó la menor caída del sector terciario (comercio y servicios).
Sin embargo, las perspectivas empeoraron a partir de la entrada en vigencia de nuevas medidas, tales como la restricción de circulación en Asunción y todo el Departamento Central desde las 20:00 hasta las 04:59, la suspensión del transporte público de mediana y larga distancia durante los sábados y domingos, la prohibición de venta de bebidas alcohólicas en horario nocturno y de actividades físicas duales, del domingo 23 de agosto hasta el 6 de setiembre – inicialmente –.
En cuanto al comportamiento de los precios de la canasta básica familiar, el CPM explicó que “la inflación total y las medidas subyacentes han mostrado un repunte en el margen, aunque permanecen en niveles bajos”. Esto, luego de que los precios tuvieran una suba de 0,5% en julio pasado – en comparación con junio –, tras tres meses consecutivos de deflación.
“El CPM considera apropiado mantener el actual perfil acomodaticio de la política monetaria para seguir proveyendo impulso a la recuperación gradual de la demanda interna, garantizando la convergencia de la inflación a la meta del 4% anual en el horizonte de política monetaria (18 a 24 meses)”, agregó el ente emisor.
¿Qué pasa en el mundo? Respecto al entorno internacional, el BCP relata que los indicadores de corto plazo de las economías avanzadas han mostrado cierta mejora, luego de las caídas significativas registradas en el periodo más severo de la pandemia de COVID-19. Destaca que los anuncios sobre avances en el desarrollo de tratamientos y de vacunas han favorecido el comportamiento de las bolsas de valores, aunque persiste la elevada incertidumbre.
En la región, reconoce que la situación epidemiológica continúa compleja, motivo por el cual las perspectivas económicas permanecen deterioradas. “El Comité reafirma que continuará evaluando detenidamente los nuevos datos e informaciones del plano local e internacional para determinar los próximos pasos de política monetaria”, concluye el comunicado.
Continuas correcciones a la baja. Antes del estallido de la pandemia de COVID-19, la tasa de interés de referencia – también conocida como tasa “overnight” o tasa de un día – se encontraba en 4%.
Los recortes a este indicador ya se habían iniciado en el 2019 – desde el nivel de 5,25% en que había cerrado el 2018 –, para dinamizar la economía ante los efectos de condiciones adversas que en ese entonces aquejaban a la producción: condiciones climáticas adversas, deterioro económico de los países vecinos, menores precios de commodities y cambio de Gobierno.
Para el 2020, el BCP pronostica una retracción de -3,5% del producto interno bruto (PIB), estimación que empeoró desde el -2,5% que había pronunciado en abril pasado y lejos del crecimiento que se contemplada en diciembre del 2019. El año pasado, la economía paraguaya sufrió un estancamiento, es decir, el PIB tuvo una variación de 0%.
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