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20 de septiembre de 2024

CAF: Paraguay necesita duplicar la inversión destinada a efectos del cambio climático

Un estudio realizado por CAF sostiene que es necesario un mayor esfuerzo por parte de los países de la región en realizar inversiones de estructura para mitigar efectos del cambio climático y alcanzar objetivos de desarrollo sostenible.

Indican que de acuerdo con la brecha de Paraguay, se estima que deberá invertir aproximadamente el 4% de su PIB para alcanzar estos objetivos, nivel que actualmente se encuentra en torno al 2%.

Por otro lado, el multilateral destacó que el proceso de generación de energía eléctrica de Paraguay es el menos contaminante, ya que se basa en fuentes renovables.

Un informe elaborado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) sostiene que una adaptación y la mitigación frente al cambio climático (incluyendo la transición energética) implicarán necesidades de inversión adicionales a las ya existentes. Aunque las estimaciones realizadas hasta ahora están sujetas a un alto grado de incertidumbre, todas coinciden en que el esfuerzo de inversión requerido será enorme. 

En efecto, se calcula que América Latina y el Caribe necesitará realizar inversiones suplementarias equivalentes a un 4,3% del PIB por año para desarrollar y mantener nueva infraestructura en los sectores de energía, protección contra inundaciones, riego, transporte y abastecimiento de agua y saneamiento que le permita alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) e intentar limitar el aumento de las temperaturas en 2°C. 

Un análisis realizado en la región demuestra un estimado de las brechas que tiene cada país en necesidades de infraestructura, contrastando los niveles de inversión actual y el esfuerzo de inversión anual estimado para el cumplimiento de los ODS relacionados con los servicios de infraestructura. 

A esta brecha se deberían sumar necesidades adicionales, porque parte de la infraestructura existente no es resiliente a los efectos del cambio climático. Estas brechas indican fuertes necesidades de inversiones futuras, agrega el estudio. 

Las necesidades de inversión adicionales son todavía mayores si, en vez de ser estimadas para alcanzar los ODS, el objetivo es el cumplimiento de las CDN, (contribución determinada a nivel nacional), un plan de acción por el clima para reducir las emisiones y adaptarse a los impactos climáticos.

Para América Latina y el Caribe, en uno de los datos de la CAF se muestran las necesidades de financiamiento declaradas por algunos países para cumplir con las CDN, desagregando, cuando la información está disponible, metas de inversión en mitigación y adaptación.

Estas necesidades de financiamiento adicionales alcanzan 7 puntos del PIB en promedio para los países considerados, de los cuales más del 75% corresponde a financiamiento para mitigación. 

El informe muestra rangos estimados de inversión anual de alrededor del 9% del PIB para que los países más grandes de la región (excepto México) cumplan sus CDN.

Paraguay se destaca por su generación de energía renovable

Por otro lado, el CAF explica que el aumento de combustibles fósiles en la generación eléctrica en la región se explica principalmente por el crecimiento en el uso del gas natural, cuya participación pasó del 9% en 1990 al 26% en 2020, mientras que el carbón experimentó un ligero incremento, del 4% al 5%, y el petróleo cayó del 21% al 7% en ese mismo periodo.

A pesar de este aumento, la intensidad de uso de combustibles fósiles en la producción de electricidad en América Latina y el Caribe es significativamente más baja que en otras regiones del mundo. 

Esta transición hacia el gas natural en detrimento de otros combustibles fósiles, añadido a la alta proporción de producción de electricidad a partir de fuentes renovables, en especial la hidroeléctrica, hace que la matriz eléctrica de la región sea mucho más limpia que la del resto del mundo. Dentro de la región, sin embargo, existe una alta heterogeneidad en la matriz eléctrica entre países.

En este contexto, se dividen en tres grupos, que van desde los procesos con menor impacto hasta los más contaminantes. 

En primer lugar se encuentran los países cuya generación eléctrica proviene mayoritariamente de fuentes renovables, en especial, la energía hidroeléctrica. En este grupo se destacan en la primera posición Paraguay, que consta de tres hidroeléctricas (Itaipú, Yacyretá y Acaray), Costa Rica y Uruguay, donde casi toda la electricidad proviene de esas fuentes. También pertenecen a este grupo Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, donde la energía hidroeléctrica es la fuente dominante. 

El segundo grupo de países está compuesto por aquellos cuya generación eléctrica es mayoritariamente a partir de gas natural. Aquí se encuentran Argentina, Bolivia, México y, particularmente, Trinidad y Tobago. En este último país, casi toda la generación eléctrica proviene del gas natural (99,6%), mientras que en los demás países esta cifra está sobre el 60%. 

Por último, están los países donde dominan las fuentes más contaminantes en la producción de electricidad, el petróleo y el carbón. Aquí destacan Chile, República Dominicana y Jamaica.

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