La administración del Presidente Joe Biden, que está organizando la Cumbre de las Américas de este año, advirtió a algunos países que no serán invitados por romper la democracia en sus territorios. Venezuela, Cuba y Nicaragua son las naciones que no estarán presentes.
El subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, remarcó que desde el 2001 cualquier inconstitucionalidad o alteración del orden democrático ha presentado un obstáculo para la participación en la cumbre. Con esto se reiteró que los países que no respetan la democracia no deben participar de esta cumbre prevista para el 6 al 10 de junio en Los Ángeles.
A consecuencia de estas declaraciones, varios jefes de Estado latinoamericanos amenazan con no asistir al evento político, lo cual sería un riesgo para la agenda de la Casa Blanca con respecto a las relaciones con el resto de las Américas. Los países que no estarán presentes son Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Pero algunos presidentes ya dieron su disgusto y amenazan con no participar. En esta línea, el presidente boliviano, Luis Arce, dijo que no asistirá a la Cumbre si los 3 países mencionados no van porque no va con los principios y valores de su nación.
La misma amenaza se ve con el presidente de México, Andrés López Obrador, pero este tiene un pedido especial de parte de Larry Fink, el titular de BlackRock, el mayor operador de activos financieros del mundo, que pidió personalmente a López Obrador que confirme su presencia en la Cumbre de las América.
Fink vuelve a ser un hombre decisivo en la relación bilateral. Lo fue en 2019 cuando en una cumbre de negocios en Yucatán gestó el viaje de López Obrador a la Casa Blanca de Donald Trump en compañía del entonces secretario de Comercio, Wilbur Ross.
Los países afectados por esta no invitación como Cuba, en donde califican como agresión de Estados Unidos contra Cuba. Este país ha asistido a las 2 ediciones anteriores en Lima en 2018 y en Ciudad de Panamá en 2015 pero previamente también habían sido expulsadas.
Esta edición número nueve de la Cumbre de las Américas será organizada por segunda vez por Estados Unidos después de la edición original en Miami en 1994 y el objetivo principal de Washington era diseñar un pacto migratorio regional.
Y esta cumbre tiene varias amenazas de que no muchos jefes de Estado quieran presentarse, inclusive algunos del caribe, aunque no han enviado las invitaciones formales y la Casa Blanca comentó que no ha tomado ninguna decisión final sobre quién está o no invitado, ya existe incertidumbres de la situación del evento siendo sumamente importante este para la lucha de la recuperación de la región en cuanto a la recesión, la pandemia, la inflación, los problemas ambientales y el desmantelamiento de las instituciones democráticas.
