Las estadísticas oficiales empiezan a recoger los efectos de la pandemia en el mercado laboral local. El índice de desempleo se incrementó a 7,9% en el primer trimestre del 2020, desde el 6,9% en que se ubicó de enero a marzo de 2019 y el 5,7% en que cerró el trimestre inmediatamente anterior, según datos publicados por la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC).
La desocupación tuvo una mayor presencia en las ciudades, en el primer trimestre del corriente año, con una incidencia de 8,8%; esta cifra es superior al 7,6% en que se encontró en mismo periodo del 2019 y está en más de dos puntos respecto al 6,3% en que se fijó entre octubre y diciembre pasados. En el área rural, el desempleo afectó al 6,4% de las personas en edad de trabajar, también superior al 5,7% que se observó en el primer trimestre del 2019 y el 4,6% reportado en el trimestre previo.
En cuanto a la subocupación – que contempla la insuficiencia de tiempo de trabajo, conocido también como subempleo visible -, la DGCCE detectó una tasa de 6,2% entre enero y marzo pasados, menor al 7,2% registrado un año atrás y levemente por debajo del 6,6% con que había cerrado el último tramo del 2019. En el área urbana, este índice fue de 5,2% en el periodo de análisis y en el campo también retrocedió, a 8,1%.
Empleo por actividad. Al observar los sectores económicos, el terciario es el que experimenta un menor empleo de mano de obra. En este segmento, la población ocupada representó el 60,8% del total en el primer trimestre del 2020, mientras que en mismo lapso del año pasado se encontraba en 63,3%.
La mayor caída en la proporción de población ocupada se dio en el grupo de comercio, restaurantes y hoteles, cuyo índice pasó de 28,1% a 26,1% entre los primeros trimestres de 2019 y 2020. Estas actividades son las que sufren el mayor impacto de las restricciones a la movilidad impuestas desde marzo pasado, para frenar la propagación del COVID-19 en el país.
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El siguiente segmento afectado fue el de electricidad, gas y agua, almacenamiento, comunicaciones, finanzas, seguros e inmuebles, con una población ocupada que pasó de representar el 10,4% del total en el primer trimestre del 2019 a un 9,8%, en el mismo periodo del 2020. Los servicios comunales, sociales y personales, por su parte, tuvieron una casi nula modificación, de 24,8% a 25%.
La producción primaria (agricultura, ganadería, caza y pesca) incrementó su mano de obra, con una participación de de población ocupada que pasó de 19,7% a 20,4%. La misma tendencia se dio en la industria, de 16,9% a 18,6%; aquí, las manufacturas aumentaron su incidencia de ocupación, de 10,1% a 10,7%, mientras que la construcción lo hizo de 6,9% a 8%.
En total, la población ocupada fue de 3.321.068 personas en el primer trimestre de 2020, un número inferior en 2,7% a los 3.407.247 personas ocupadas registradas en el primer trimestre del 2019.
Independientes, los más afectados. En cuanto a las categorías ocupacionales, el aumento de la desocupación se dio por el lado de los trabajadores independientes, pues en este grupo hubo una caída de población ocupada desde el 44,4% del total que representaron en el primer trimestre del 2019 a 43,1%, al del 2020. La incidencia de las personas que se desempeñan como cuentapropistas bajó de 30,5% a 29,9% y la de trabajadores familiares no remunerados, de 7,9% a 7,4%.
El empleo doméstico también incluyó a menos personas, pues el nivel de ocupación en esta actividad se redujo de 7,2% a 6,7%, y la presencia de los asalariados aumentó de 48,4% a 50%, entre el primer trimestre del 2019 y el del 2020.