De acuerdo al boletín de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), los malos resultados de la zafra 2023/2024 impactaron directamente en los ingresos de las familias, aumentaron el endeudamiento y, en muchos casos, las obligaron a rematar sus tierras y a migrar hacia otras zonas.
En este sentido, el productor sampedrano Rian Sosa comentó que la zona norte acarrea una larga temporada de malos resultados debido a las sequías consecutivas, en especial San Pedro que lleva tres años de reducciones en la producción, generando retrasos en las obligaciones financieras.
“Todo el norte, incluyendo Concepción y Amambay está mucho más seco que el sur. Se registraron algunas manchas de lluvia, pero la mayor parte del suelo fue muy seco, sigue seco y no hay perspectivas de que cambie pronto”, comentó Sosa en entrevista con Canal PRO.
Recordó que en los últimos años el área de siembra de granos creció bastante y muchos pequeños productores se incorporaron a toda la cadena de valor, pero con estos resultados se ven obligados a salirse del sistema.
La situación es muy diversa con personas que venden sus tierras y migran de la zona, que buscan cultivos con ciclos más cortos, que producen para alimento de sus animales, que vuelven a la ganadería o que siguen invirtiendo en su campo para tratar de cumplir con sus compromisos.
“De nuevo con la zafriña, hay casos que debieron sembrar dos a tres veces y de igual manera todo murió. Afectó a todos los rubros, se enterró mucha plata en el suelo y no hubo retorno”, agregó.
ACOMPAÑAMIENTO PARA LA RECUPERACIÓN
El productor hizo hincapié en que hay muchas fincas con potencial de recuperación, ya que las condiciones climáticas son cíclicas, pero necesitan de un mayor “pulmón financiero” con créditos más blandos y a largo plazo y del acompañamiento del Gobierno para brindar opciones, y así puedan seguir trabajando.
Menciona que también el Ministerio de Agricultura y Ganadería debe facilitar las capacitaciones técnicas y brindar las herramientas para que los pequeños puedan aplicar buenas prácticas como la siembra directa sustentable y los abonos verdes. “Esta será la única forma de que el norte pueda tratar de salir del pozo, en caso contrario el pozo será cada vez más profundo”.
Explicó que la cobertura del suelo con abonos verdes brinda múltiples beneficios y contribuye a la mayor retención de humedad, pero es una herramienta que implica inversión y dejar de cultivar un rubro de renta en esas áreas en temporada de zafriña o invierno, lo que tiene su costo para las fincas, y los resultados se ven en el largo plazo.
Finalmente, reiteró que se pone el mejor esfuerzo en la siembra, en adquirir insumos de calidad y darle los mejores cuidados sanitarios a los cultivos, pero dependen exclusivamente del clima. “Somos los mayores inversores y los más perjudicados”, enfatizó.
