El último boletín de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) da cuenta que al penúltimo mes del 2023, la industrialización de oleaginosas alcanzó 2.846.961 toneladas, un incremento del 10% con respecto al registro promedio para este periodo en los últimos tres años, aunque todavía bastante por debajo de los niveles que se alcanzaban en años como el 2020 o anteriores, donde se superaba fácilmente 3,1 millones de toneladas.
De acuerdo al boletín, durante el mes de noviembre el procesamiento se ubicó por encima de las 251 mil toneladas, una reducción tanto con respecto a lo conseguido el mes anterior (octubre) como con respecto al promedio para ese mes en los tres años anteriores a la sequía.
Con estos datos, según la Cappro, se confirma la tendencia negativa de la que se venía hablando desde principios de año, destacando que una mejora de la disponibilidad de granos no implica un incremento del procesamiento.
“Sin cambios en las condiciones de competitividad que afectan al sector no se darán cambios importantes en los volúmenes de procesamiento en el futuro cercano, por lo que es importante trabajar en políticas públicas que permitan aumentar el agregado de valor en nuestro país”, afirman desde la mencionada Cámara.
Aprovechamiento se reduce a 64%
En el informe la Cappro también detalla que el procesamiento de soja acumulado al penúltimo mes del año pasado se ubicó en 2.762.651 toneladas, un incremento del 50% en la comparación interanual, “variación relativamente pequeña si se considera que la producción de esta materia prima se duplicó con creces en el mismo periodo”.
El citado gremio asegura que este volumen de industrialización implica un aprovechamiento de la capacidad nominal para agregar valor del 64%, una reducción de un punto porcentual con respecto a lo que se había conseguido al cierre del pasado mes de octubre, todavía muy lejos de los niveles que podrían considerarse positivos para cualquier industria.
Actualmente las fábricas están realizando sus mantenimientos habituales, a la espera de la nueva cosecha y en espera de mejores condiciones para agregar más valor a las materias primas agrícolas.