La inflación china se debilita mientras nuevos riesgos nublan el horizonte
En noviembre, la inflación en China alcanzó su nivel más bajo en cinco meses, con una subida interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 0,2%, influida por la caída en los precios de alimentos frescos debido al clima favorable. La inflación subyacente subió ligeramente al 0,3%, mientras que la deflación en el sector fabril disminuyó, pero persiste por 26 meses consecutivos.
Los estímulos recientes de Pekín, como un paquete de deuda de 10 billones de yuanes, han tenido un impacto limitado en la reactivación de la economía. Además, nuevos riesgos se suman al panorama, como posibles aranceles adicionales de una posible administración Trump y un sector inmobiliario inestable.
Economistas sugieren que el crecimiento económico chino seguirá débil, con Fitch Ratings ajustando sus previsiones a la baja para 2025 y 2026. Se anticipa que serán necesarios estímulos fiscales adicionales para alcanzar un objetivo de crecimiento cercano al 5% hacia 2025.
Las exportaciones chinas se ralentizan bruscamente y las importaciones se contraen antes de los aranceles de Trump
Las exportaciones chinas se desaceleraron a un crecimiento del 6,7% en noviembre, por debajo de las expectativas, mientras que las importaciones cayeron un 3,9%, su peor desempeño en nueve meses. Esto refleja señales preocupantes para la economía china en un contexto de tensiones comerciales con EE. UU., especialmente ante la promesa de Donald Trump de imponer nuevos aranceles a los productos chinos.
El superávit comercial de China aumentó a 97.440 millones de dólares, aunque las tensiones con EE. UU. y la Unión Europea, sumadas a la debilidad en la demanda global, mantienen la presión sobre su economía. Pekín está intensificando medidas para estimular la economía, incluyendo la flexibilización monetaria y el enfoque en fortalecer el consumo interno para reducir su dependencia de las exportaciones.
Los analistas esperan que los estímulos fiscales y el gasto en infraestructura ayuden a estabilizar las importaciones y a impulsar la demanda en los próximos meses. Sin embargo, las tensiones comerciales y la crisis del sector inmobiliario siguen siendo desafíos importantes para el crecimiento sostenible del país.
La inflación argentina alcanza su nivel más bajo en cuatro años, mientras los argentinos se atreven a esperar que haya pasado lo peor
La inflación mensual de Argentina bajó al 2,4% en noviembre, el nivel más bajo en más de cuatro años, y la inflación anualizada se redujo al 166% desde el 193% del mes anterior. Esto ocurre en medio de una política económica de austeridad impulsada por el presidente libertario Javier Milei, quien ha recortado el gasto estatal para combatir un déficit profundo.
Aunque sectores como educación, alquileres y servicios públicos lideraron los aumentos de precios, los alimentos y bebidas registraron los incrementos más moderados. El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que esta tendencia acerca al país a reducir gradualmente la devaluación mensual del peso.
A pesar de la mejora en la inflación, la economía sigue en recesión, con una pobreza del 50% y salarios que no logran cubrir el mes completo para muchos trabajadores. No obstante, Milei mantiene apoyo popular, con expectativas de que sus políticas continúen reduciendo la inflación, que podría cerrar 2024 cerca del 100%.
El BCE recorta los tipos de interés por cuarta vez este año
El Banco Central Europeo (BCE) recortó los tipos de interés al 3% en noviembre, su cuarta reducción en 2024, buscando estimular la economía de la eurozona en un contexto de debilidad económica y una inflación cercana al objetivo. Este ajuste sigue a una disminución desde el récord del 4% en junio, y el BCE dejó abierta la posibilidad de más recortes al eliminar referencias a mantener los tipos «restrictivos».
La medida abarata los préstamos para empresas y hogares, aunque las condiciones financieras siguen siendo restrictivas debido a las subidas previas y su impacto acumulativo. El BCE también ajustó otros tipos clave: el de préstamos semanales al 3,15% y el de préstamos diarios al 3,40%.
Además, el BCE anunció el fin de las compras de bonos bajo el Programa de Compras de Emergencia Pandémica, subrayando el enfoque en reducir progresivamente los estímulos extraordinarios implementados en años anteriores.
La economía británica sufre las primeras caídas consecutivas desde 2020
La economía británica sufrió contracciones consecutivas en septiembre y octubre de 2024, con una caída del PIB del 0,1% en ambos meses, las primeras desde los confinamientos de 2020. Este retroceso se dio en un contexto de incertidumbre antes del primer presupuesto de la ministra de Economía, Rachel Reeves, que introdujo subidas de impuestos significativas. El estancamiento en el sector servicios y las caídas en manufactura y construcción reflejan un impacto inmediato en la actividad empresarial, mientras que las exportaciones hacia la Unión Europea superaron a las del resto del mundo por primera vez en un año.
Reeves defendió que las medidas presupuestarias buscan un crecimiento sostenible a largo plazo, aunque las críticas de la oposición conservadora señalan que el aumento de impuestos está frenando la inversión y la confianza empresarial. A pesar de esto, la confianza de los consumidores mostró una leve mejora en diciembre, lo que podría ser una señal positiva en medio de sombrías cifras económicas. Las perspectivas a corto plazo sugieren un estancamiento para el último trimestre de 2024, según el Instituto Nacional de Investigación Económica y Social.
A futuro, se espera que el presupuesto impulse un crecimiento más sólido en 2025, aunque persisten desafíos derivados de la lenta recuperación tras la pandemia y los elevados costes energéticos. Las políticas monetarias del Banco de Inglaterra, que podrían incluir recortes en los tipos de interés el próximo año, serán clave para apoyar la economía. Sin embargo, el éxito dependerá de equilibrar el estímulo al crecimiento con las presiones fiscales y comerciales que enfrenta el país.