Santiago de Chile, 21 abr (EFE).- El presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció este viernes una serie de medidas en materia de seguridad específicamente para la ciudad de Calama, ubicada más de 1.500 kilómetros al norte de Santiago, que hoy amaneció con bloqueo de caminos y una movilización ciudadana contra la delincuencia, luego de un tiroteo que esta semana dejó dos muertos y cinco heridos.
“No vamos a permitir que se instale la impunidad”, señaló el mandatario, desde la ciudad de Antofagasta.
“Estamos ocupados, con sentido de urgencia para abordar los desafíos de la seguridad en Chile. Entendemos y empatizo personalmente con el temor y la angustia de los ciudadanos y ciudadanas, especialmente de las personas vulnerables, que son las principales víctimas de la delincuencia y el narco, que pretende arrebatarnos los espacios que son de todos”, apuntó Boric.
Entre las medidas impulsadas por el Ejecutivo, que a nivel nacional ha desplegado una agenda para contener el avance de los delitos violentos y de mayor connotación como los homicidios, el presidente destacó la llegada de 26 funcionarios de Carabineros que reforzarán la zona, tres furgones, dos radio-patrullas y un bus, además de 10 funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI), especializados en la persecución de hechos violentos.
“Esto tiene mucha relevancia, porque cuando se instala la impunidad es también cuando el crimen crece. Y nosotros no vamos a permitir que se instale la impunidad (…) nos estamos ocupando, con medidas concretas de corto y mediano plazo, de combatir, enfrentar al delito y de recuperar los espacios públicos para la ciudadanía”, señaló el jefe de Estado chileno.
Calama registró 15 homicidios en total en 2022, una de sus peores cifras desde que comenzó el registro en el Centro Estudios y Análisis del Delito (CEAD) de la Subsecretaría de Prevención del Delito en 2005.
Chile, uno de los países más seguros de la región, vive un aumento de la violencia, que en el último mes ha dejado tres agentes muertos en distintos hechos.
De acuerdo con la Subsecretaría de Prevención del Delito, en 2022 se registraron 934 homicidios en el país, lo que implica una tasa de 4,7 asesinatos por cada 100.000 habitantes -muy por debajo de la media regional- y supone un aumento del 34,33 % con respecto al año anterior, cuando hubo 695 homicidios.