Sao Paulo, 5 mar (EFE).- El Gobierno de Brasil ratificó este jueves el protocolo de Nagoya, de 2010, sobre acceso a los recursos genéticos y la distribución justa y equitativa en los beneficios derivados de su utilización, informó la Cancillería en un comunicado conjunto con el Ministerio de Medio Ambiente.
El Protocolo de Nagoya sobre Biodiversidad, oficializado en 2010 en esa ciudad japonesa, estableció normas sobre el uso y distribución equitativa de los recursos genéticos y un compromiso para acordar metas de financiación en los años siguientes, entre otros puntos.
Pese a que Brasil es signatario del convenio desde 2011, el país todavía no lo había ratificado debido a, según la Cancillería, los «debates que se extendían desde hace años» entre el Gobierno Federal y el Legislativo, que finalmente dio su aval para culminar la ratificación del tratado internacional en agosto pasado.
«La actuación del Gobierno y el compromiso establecido entre representaciones del agronegocio y del área ambiental permitieron la conclusión del proceso de ratificación» ante la ONU, señala el comunicado conjunto.
Con la ratificación del documento, Brasil podrá participar en las deliberaciones futuras en el ámbito del protocolo y confía en «traer seguridad jurídica a los usuarios y suministradores de material genético».
Además, podrá «desempeñar un papel importante en el proceso de valuación de los activos ambientales brasileños», sobre todo en el «pago por servicios ambientales y en el desarrollo de la bioeconomía», de acuerdo con el comunicado.
La nota agrega que, al refrendar la adhesión al protocolo, Brasil reafirmó su «compromiso con el desarrollo sostenible y su empeño con el sistema multilateral», al paso que igualmente «persigue su autonomía tecnológica y económica», así como «el fortalecimiento de la soberanía sobre los recursos naturales en su territorio».
