La semana arrancó con la noticia de que las ventas minoristas cayeron más de lo esperado en EEUU. Las ventas disminuyeron en 1,3% en mayo, según informó el Departamento de Comercio de los Estados Unidos.
Por otro lado, el gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadounidense, aumentó a una tasa anualizada del 11,3% en el primer trimestre del año y se prevé otro trimestre de fuerte crecimiento.
Durante la pandemia, la demanda por parte de los consumidores se movió hacia bienes electrónicos y vehículos, ya que millones de personas trabajaron desde casa, tuvieron clases en línea y trataban de evitar el transporte público.
Ahora, más de la mitad de los adultos estadounidenses se han vacunado por completo contra el COVID-19, lo cual ha impulsado la demanda de viajes en avión, alojamiento en hoteles, restaurantes y el entretenimiento, entre otras actividades.
Las vacunas, los billones de dólares por parte del Gobierno y tipos de intereses históricamente bajos continúan impulsando la demanda.
Aumento récord del empleo en el Reino Unido
El número de empleados en las planillas de las empresas británicas se disparó en el mes de mayo, con el levantamiento de las restricciones contra el COVID-19, y bares y restaurantes que reanudaron el servicio. Sin embargo, aún se mantiene medio millón por debajo de su pico anterior a la pandemia.
Los datos fiscales publicados este martes mostraron que las empresas británicas aumentaron su número de empleados por unos 197.000 en el mes de mayo, estableciendo el mayor incremento mensual desde que se iniciaron los registros en julio del 2014, elevando el total a 28,5 millones.
De igual manera, las cifras de este martes mostraron el aumento salarial general más rápido desde el 2007, en el año hasta abril.
Los especialistas advirtieron que estos números no son muy representativos, ya que se están comparando con salarios deprimidos del año anterior y la mayor pérdida de puestos de trabajo que se vivió a lo largo del año pasado. Sin embargo, la tasa de desempleo cayó por cuarto mes consecutivo, a una cifra de 4,7% en los tres meses previos a abril.
Decepcionante aumento de construcción de viviendas en EEUU
La construcción de viviendas en los Estados Unidos repuntó en el mes de mayo, impulsada por la escasez de casas de segunda mano disponibles para la venta, pero esta actividad aún se ve obstaculizada por el elevado precio de la madera y la escasez de otros materiales de construcción.
Los permisos para la construcción de viviendas nuevas cayeron un 3%, hasta una tasa de 1,681 millones de unidades en mayo.
Una encuesta de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (NAHB) mostró que la confianza de los constructores de viviendas unifamiliares cayó en junio a un mínimo de diez meses.
La NAHB señaló que este descenso en la confianza se debe al aumento de costos, y a la disminución de disponibilidad de madera blanda y otros materiales esenciales para la construcción.
La demanda de alojamientos más grandes y caros en plena pandemia del COVID-19, que ha hecho que millones de estadounidenses sigan trabajando desde casa, está impulsando el auge del mercado de la vivienda. No obstante, la oferta es escasa, con un número de viviendas de segunda mano cercano a los mínimos históricos.
Inesperado retroceso en recuperación del empleo en EEUU
El número de estadounidenses que presentaron nuevas solicitudes de subsidio de desempleo aumentó la semana pasada, por primera vez en más de un mes, pero los despidos están disminuyendo en medio de la reapertura de la economía y la escasez de personas dispuestas a trabajar.
Las solicitudes iniciales de prestaciones estatales por desempleo aumentaron a un total de 412.000 en la semana terminada el viernes pasado, en comparación con las 375.000 de la semana anterior, según informó el Departamento de Trabajo. Este es el primer aumento desde finales de abril.
Irónicamente, la economía estadounidense se enfrenta a una escasez de mano de obra, a pesar de que el empleo sigue estando 7,6 millones de puestos por debajo de su máximo en febrero del 2020.
Los generosos subsidios de desempleo financiados por el Gobierno -que incluyen un cheque semanal de USD 300-, así como la falta de voluntad para volver a trabajar, por miedo a contagiarse por el COVID-19, han sido dos factores importantes que contribuyen a esta anomalía.
Por el momento, Japón mantiene intacto su objetivo presupuestario
El Banco de Japón (BOJ) anunció este viernes la extensión de los programas de ayuda financiera a las empresas hasta marzo del 2022, como respuesta a la pandemia del COVID-19, así como el mantenimiento de sus amplias medidas flexibilizadoras para promover el crecimiento económico.
En la reunión mensual sobre política monetaria, el Banco de Japón decidió ampliar por seis meses más la vigencia del Programa Especial de Apoyo Financiero, ya que la medida estaba originalmente establecida hasta setiembre de este año.
La entidad financiera también decidió mantener su política de flexibilidad monetaria, ya que se espera otra contracción económica a lo largo del segundo trimestre del año.
Otras medidas tomadas para promover el crecimiento económico han sido la compra extensiva de bonos corporativos y de pagarés, al igual que la otorgación de fondos a los bancos para extender los préstamos a las empresas afectadas.
Con estas medidas, el BOJ espera aliviar la falta de liquidez que afectó al sector no manufacturero, sobre todo a los negocios como bares y restaurantes, que se vieron afectados seriamente a lo largo del año pasado.
Por otro lado, el índice de precios al consumidor (IPC) -indicador clave de inflación- subió en 0,1% en mayo con respecto al año anterior. Se trata de la primera subida de este indicador en catorce meses, según los datos del Ministerio de Interior y Comunicaciones, aunque igual se sitúa muy lejos del objetivo del 2% anual.