La Paz, 5 ago (EFE).- Los campesinos del departamento de Santa Cruz, el mayor de Bolivia y motor económico del país, anunciaron este viernes el cese de sus protestas luego de acordar una reunión con el presidente Luis Arce y lograr el compromiso del Gobierno para atender sus demandas de titulación de tierras.
En un pronunciamiento junto a ese sector, el viceministro de Tierras, Ramiro Guerrero, confirmó el encuentro entre los dirigentes campesinos con Arce para el próximo 12 de agosto y «a partir de esa reunión se instalarán dos mesas técnicas» para atender sus demandas.
En este acuerdo, que nace de un proceso de diálogo que se efectuó desde este jueves, el sector campesino cruceño «se compromete a levantar las medidas de presión», remarcó el viceministro.
El 5 de julio los campesinos del departamento de Santa Cruz, en el este del país, iniciaron una marcha que duró 29 días y recorrió casi 900 kilómetros hasta llegar el pasado lunes a la occidental La Paz, sede del Ejecutivo y el Parlamento.
La movilización reivindicó «el derecho de acceso a la tierra y al territorio» como principal consigna.
El pedido central de la protesta se centró en la titulación de tierras y varias reformas de normas que, a su juicio, generan una excesiva burocracia para el proceso de legalización de sus asentamientos de las comunidades afiliadas a la Federación de Campesinos de Santa Cruz.
A la marcha se sumó un bloqueo indefinido que, desde el lunes, se apostó en varios puntos del departamento cruceño y que amplificó la exigencia de titulación de tierras.
«Vamos a quedar en un cuarto intermedio, así como estamos, vamos a levantar el tema de los bloqueos de acuerdo a las decisiones que han tomado todas las regionales», manifestó el principal dirigente campesino Franklin Vargas, que en La Paz fue parte del acuerdo con el Gobierno.
Vargas enfatizó que no son avasalladores sino «gente que quiere trabajar la tierra» en condiciones de legalidad, ante las recurrentes acusaciones de algunos sectores políticos y empresariales que denunciaron las tomas ilegales de predios agrícolas.
Esta protesta campesina reflejó los conflictos que existen en la región de Santa Cruz donde en el último tiempo se han producido varias disputas violentas por la tenencia de parcelas agrícolas.
El año pasado, otra marcha de los pueblos indígenas de tierras bajas (Amazonía y oriente del país) recorrió 500 kilómetros desde la ciudad de Trinidad hasta Santa Cruz, que duró 37 días, para exigir el respeto de sus territorios ante el avasallamiento de comunidades campesinas afines al Gobierno.
El Gobierno calificó a aquellos indígenas como opositores y pese a que pidieron una reunión con Arce y sus principales colaboradores, finalmente el encuentro no se produjo.