Tegucigalpa, 6 mar (EFE).- La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, reaccionó este lunes ante la ola de criminalidad que sufre su país y le dijo a las autoridades de la Secretaría de Seguridad que «no es posible que estemos bajo ataque del crimen organizado en constantes masacres y feminicidios, entre otros» crímenes.
«Secretaría de Seguridad: Todo lo que me han solicitado se los he resuelto. Control Nacional de los Centros Penitenciarios, traslado de la Fuerza Anti Maras, Dirección de Investigación e Inteligencia, Estado de excepción y ampliaciones en más del 60 % del territorio nacional», expresó Castro en un primer mensaje en la red social Twitter.
La mandataria reaccionó luego de que la Policía Nacional informara del asesinato de ocho personas registrado hoy en el central departamento de Comayagua, y siete en Tegucigalpa, el pasado sábado.
«Secretaría de Seguridad: No es posible que estemos bajo ataque del crimen organizado en constantes masacres y feminicidios, entre otros. ¡Exijo contundentes acciones y resultados en las próximas 72 horas! ¡Se termino el tiempo de espera!», enfatizo Castro en un segundo mensaje.
La violencia en Honduras no ha cesado pese a que, a finales del año pasado la presidenta anunció un estado de excepción, en principio para algunas zonas calientes de Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes, que luego se extendió a otras regiones del país.
Algo también preocupante es el incremento de los feminicidios, con un promedio de uno diario en lo que va de 2023, a lo que se suman varias masacres en diferentes regiones del país.
Según organismos de derechos humanos y fuentes policiales, la violencia criminal en Honduras deja un promedio de entre diez y quince muertos diarios.
Frenar la corrupción, la violencia criminal y reducir los índices de pobreza, son algunas de las promesas que hizo la presidenta de Honduras al asumir el poder el 27 de enero de 2022.
Para algunos analistas, las medidas que Xiomara Castro ha puesto en marcha en materia de seguridad, en la práctica no se ven reflejadas porque la violencia «sigue igual o peor» a como estaba antes de que ella llegara al poder.
