Distintos tipos de ataques captaron la atención en la agenda internacional en el arranque de la presente semana, también con sus correspondientes consecuencias en el mundo empresarial y los precios.
El primero de ellos fue el sufrido por Microsoft Corp., específicamente a su software de correo electrónico empresarial, que se calcula ya se ha cobrado al menos 60.000 víctimas conocidas y se está transformando en una crisis de ciberseguridad global.
La compañía dijo que el ataque se inició con la incursión de piratas informáticos respaldados por el gobierno chino y que muchas de las víctimas parecen ser pequeñas o medianas empresas atrapadas en una amplia red que los atacantes lanzaron mientras Microsoft trabajaba para cerrar el hack, según publicaciones de Bloomberg.
Huntress – una firma con sede en Ellicott City, Maryland, que monitorea la seguridad de los clientes – informó que entre las víctimas identificadas figuran bancos y proveedores de electricidad, así como hogares para personas mayores y una compañía de helados.
La preocupación que despertó este hecho entre los funcionarios de seguridad nacional de Estados Unidos radica en la rapidez con que los hackers pudieron atacar a tantas víctimas.
“Los investigadores dicen que en las fases finales del ataque, los piratas informáticos parecían haber automatizado el proceso, capturando a decenas de miles de nuevas víctimas en todo el mundo en cuestión de días”, relata Bloomberg.
Un segundo ataque que tomó relevancia tiene que ver con Arabia Saudita, en este caso a la infraestructura petrolera más protegida del mundo, realizada por medio de misiles y drones el domingo pasado.
Este evento forma parte de una “escalada de hostilidades regionales”, a criterio de Bloomberg, que impulsaron al alza los precios del crudo.
Si bien la producción de petróleo aparentemente no se vio afectada, los precios de este commodity se ubicaron este lunes por encima de los USD 70 por barril por primera vez desde enero del 2020
Se trata del último de una serie de ataques reivindicados por rebeldes hutíes respaldados por Irán y es el más grave que se registra contra las instalaciones petroleras saudíes desde que una planta de procesamiento clave y dos campos fueron atacados en septiembre de 2019, agrega el medio especializado.