Buenos Aires, 23 sep (EFE).- La tasa de desempleo en Argentina bajó en el segundo trimestre del año al 9,6 %, su nivel más bajo desde finales de 2019, pero los problemas laborales agudizados por la pandemia de covid-19 persisten en el país suramericano.
Según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la tasa de desempleo del segundo trimestre estuvo 0,6 puntos porcentuales por debajo de la del primer trimestre y 3,5 puntos por debajo de la registrada en igual período de 2020.
El indicador sumó así cuatro trimestres consecutivos en retroceso, tras el máximo anual del 13,1 % registrado en el segundo trimestre de 2020, cuando la economía argentina, ya golpeada por la recesión iniciada en 2018, se vio fuertemente afectada por las severas restricciones sanitarias dictadas ante la irrupción de la pandemia.
El índice del 9,6 % verificado en el segundo trimestre de este año es el más bajo desde el último trimestre de 2019, cuando la tasa había sido del 8,9 %.
La cifra neta de desocupados bajó en el segundo trimestre a 1.273.000 personas, 82.000 menos que en los tres meses precedentes.
En relación al segundo trimestre de 2020, la población desempleada se redujo en 163.000 personas.
INFORMALES Y POR CUENTA PROPIA
La tasa de desempleo se mide en relación a la población económicamente activa, dejando fuera del cálculo a las personas que no tienen trabajo ni lo buscan activamente (los denominados ‘inactivos’), precisamente aquellas cuyo número se había disparado en el segundo trimestre de 2020 por el ‘efecto desaliento’ a buscar empleo en medio de las estrictas medidas sanitarias adoptadas ante la pandemia.
Pero, con la flexibilización paulatina de las medidas de confinamiento, ese efecto perdió fuerza y la población económicamente activa creció al 45,9 %, pasando de 11 millones de personas en el segundo trimestre de 2020 a 13,2 millones en igual período de este año.
En tanto, la tasa de empleo subió en el segundo trimestre al 41,5 %, desde el 33,4 % en igual período de 2020, con una masa total de ocupados de 11,9 millones de personas.
En este sentido, el informe deja ver que en términos interanuales, el número de ocupados creció en algo más de 2,4 millones de personas.
Con todo, los datos evidencian que casi un tercio de los ocupados (27,4 %) trabaja por cuenta propia y que, entre los asalariados, tres de cada diez (31,5 %) trabaja en la informalidad.
Es en estos segmentos donde se han creado más puestos de empleo entre el segundo trimestre de 2020 e igual período de 2021: poco más de un millón de personas se sumó al trabajo por cuenta propia y unas 900.000 consiguieron un trabajo asalariado pero informal, mientras que en el transcurso de un año se crearon unos 400.000 puestos de empleos asalariados formales.
DEMANDA DE TRABAJO GENUINO
En su informe, el Indec también reportó una subida de los subocupados, aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales y están dispuestos a trabajar más horas.
Según los datos oficiales, la tasa de subocupación del segundo trimestre se ubicó en el 12,4 %, con 1,6 millones de personas en esta categoría, unas 591.000 más que en el segundo trimestre de 2020.
También es sintomática la subida en la tasa de ocupados que demandaron otro empleo, que ascendió 5,4 puntos, al 17 %.
El ministro de Trabajo argentino, Claudio Moroni, confirmó este jueves en rueda de prensa que el Gobierno trabaja para que casi un millón de beneficiarios de planes sociales se conviertan en asalariados formales.
«La gente pide trabajo, no pide asistencia (del Estado). Así que tenemos que responder a la demanda de la gente», afirmó.
Por otra parte, Moroni rechazó la propuesta de la oposición de eliminar la indemnización por despido como medida para incentivar la creación de empleo.
Ante la crisis económica profundizada por la pandemia, el Gobierno decretó el año pasado una prohibición de los despidos sin causa y creó un programa por el cual el Estado ha pagado parte de los salarios de los trabajadores del sector privado en las actividades más afectadas.
Argentina, cuya economía busca este año recuperarse del derrumbe del 9,9 % sufrido en 2020, registró un máximo de desempleo del 24,1 % en el segundo trimestre de 2002, luego del estallido de una de las peores crisis económicas, políticas y sociales que haya vivido el país.