Santiago de Chile, 12 mar (EFE).- El ministro de Hacienda de Chile, Mario Marcel, afirmó este domingo que el Gobierno no insistirá con un proyecto de reforma tributaria en el Senado, único camino legislativo posible luego del rechazo a la iniciativa la semana pasada que implicó un duro golpe político al Ejecutivo.
“Nosotros no tenemos previsto insistir con exactamente el mismo proyecto, ya sea a través del mecanismo de insistencia del Senado o a través de la presentación de un nuevo proyecto en un año más”, afirmó el ministro en el programa «Mesa Central», de Canal 13.
“Vamos a iniciar una ronda de consultas a distintos actores económicos, sociales y políticos para definir qué ajustes o qué cambios hacer a la propuesta que fue rechazada para volver sobre el proceso legislativo”, explicó.
La ronda de consultas anunciada por Marcel se da luego de que el mandatario chileno, Gabriel Boric, reiterara su llamamiento a alcanzar un acuerdo en la materia.
«No solo vamos a ser más explícitos respecto del destino de los recursos, si no que vamos a buscar que los acuerdo que se vayan generando, también se refieran y sean más explícitos respecto al destino de los recursos. Y por último, la única línea roja es la responsabilidad fiscal, es decir, lo que hagamos es siempre cumpliendo con las metas de política fiscal que nos hemos fijado”, detalló Marcel sobre las nuevas conversaciones que busca fomentar.
“La visión de los gremios empresariales respecto de estas materias ha ido cambiando. Hace años atrás teníamos mucha rigidez y mucho dogmatismo, creo que hoy, y especialmente después del estallido social, los empresarios creo que entienden un poco más que hay temas que son de país, ligados a la paz social, a la reducción de la incertidumbre y que implica hacer esfuerzos de este tipo”, agregó.
El proyecto de ley rechazado, clave para financiar el programa del Ejecutivo, incluía la reestructuración del impuesto a la renta, la reducción de las exenciones tributarias, la aplicación de un nuevo royalty minero e impuestos correctivos que apuntan a promover la preservación del medioambiente, así como otras medidas de carácter social.
La recaudación tributaria en Chile supuso el 19,3 % del producto interior bruto (PIB) en 2020, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), muy por debajo del promedio en Latinoamérica, el 21,9 %, y de este propio organismo, un 33,5 %.
Según sus cálculos, la reforma obligaría a pagar más impuestos «a un 3 % de la población» en un país con los mayores índices de desigualdad de la OCDE.