Río de Janeiro, 14 jul (EFE).- El Gobierno brasileño mantuvo en 4,7 % las estimativas de la caída del producto interno bruto (PIB) para este año, a pesar de que los analistas del mercado financiero calculan una contracción del 6,1 % en la economía de la potencia suramericana en 2020.
La proyección fue divulgada este miércoles por el Ministerio de Economía y se trata del mismo pronóstico anunciado por el Gobierno de Jair Bolsonaro en mayo pasado.
De confirmarse ese pronóstico, la principal economía de Suramérica sufrirá en 2020 la mayor retracción del PIB de su historia, una caída superior a la del 4,35 % registrada en 1990.
El Gobierno estimaba un crecimiento cercano al 2,5 % a inicios de este año, pero la irrupción de la crisis causada por la pandemia del coronavirus lo obligó a reducir drásticamente ese porcentaje, que en marzo se situó en apenas un 0,02 % y en mayo se bajó hasta un -4,7 %, la proyección para 2020, que se mantiene actualmente.
El ministerio argumentó sus estimativas en las medidas tomadas por el Gobierno por la pandemia, como posponer el pago de impuestos y flexibilizar los contratos laborales.
«Como resultado, la actividad ha mostrado signos de recuperación incluso durante el aislamiento. Si bien abril fue el mes de declive más pronunciado, los siguientes meses ya se han recuperado, lo que indica que la velocidad de recuperación tiende a ser mayor de lo previsto anteriormente «, señala el texto.
Con más de 74.000 muertes y 1,92 casos confirmados, Brasil es el segundo país del mundo con más víctimas e infectados por el virus, tan solo por detrás de Estados Unidos, consolidándola como uno de los principales epicentros de la pandemia en América Latina.
A pesar de las cifras, la pandemia empieza a dar signos de estabilización en algunas regiones del país, lo que ha llevado a la reactivación de las actividades con la apertura de fábricas, comercios, restaurantes, bares, gimnasios y salones de belleza.
La estimación del Gobierno para el PIB de este año es más optimista que los pronósticos anunciados por el Banco Mundial y por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que proyectan una caída del 8 % y del 9,1 % del PIB brasileño para 2020, respectivamente.
Asimismo, la expectativa del -4,7 % es mejor que la esperada por el mercado financiero, que prevé una retracción del 6,1 % en la economía del país para 2020.
De acuerdo con el último boletín Focus, que recoge la opinión de más de un centenar de instituciones financieras del país y es divulgado semanalmente por el Banco Central brasileño, la expectativa para la economía brasileña este año pasó de una retracción de 6,5 % hace una semana, a una caída de 6,1 % ahora.
La crisis del coronavirus llegó en un momento en que la economía brasileña aún lidiaba con los efectos de la fuerte recesión que vivió en 2015 y 2016, cuando el PIB se desplomó alrededor de siete puntos porcentuales.
En los tres años siguientes registró crecimientos levemente por encima del 1 % y este año esperaba poder iniciar su despegue definitivo.
No obstante, el Ministerio de Economía pronosticó crecimientos robustos del 3,2 %, 2,5 % y 2,5 % para 2021, 2022 y 2023, respectivamente.