México, 16 oct (EFE).- El periodista Raúl Olmos mexicano denuncia el «matrimonio» del poder político y económico en su nuevo libro, «El saqueo corporativo», una investigación sobre la corrupción empresarial en el país norteamericano, que ocupa el tercer lugar mundial en este tipo de delito junto a Rusia, y solo detrás de China y Brasil.
El trabajo, ganador del Premio de Periodismo Javier Valdez Cárdenas 2019, revela la influencia de grandes empresas en decisiones públicas que afectan a la población, sobre todo en los sectores de salud, alimentos e industrias extractivas, expone este viernes el autor en entrevista con EFE.
«Lo que evidencia el libro es cómo estas grandes corporaciones han tratado de influir en el establecimiento de políticas públicas. Es decir, ellos están tratando de cuidar ante todo sus utilidades, sus ingresos, sus rendimientos, aún a costa de la salud de la población», manifiesta.
Olmos, ganador también del Premio Nacional de Periodismo en 2009 con cerca de tres décadas de experiencia investigando redes de corrupción, publica este libro para señalar el rol del sector privado en este problema en México.
El periodista habla de «saqueo» porque las grandes corporaciones disponen de recursos públicos de forma «indebida», lo que afecta la competencia, las condiciones equitativas y el libre mercado.
«El libro apuesta a enfatizar uno de esos aspectos, que es acerca de cómo las grandes corporaciones han venido contribuyendo a que se acentúen las diferencias sociales en nuestro país, estas inequidades que existen entre quienes ganan mucho, pocos que ganan mucho y muchos que ganan poco», dice.
EL PREMIO JAVIER VALDEZ
El trabajo ganó el premio que la editorial Penguin Random House promueve en honor de Javier Valdez, periodista del noroeste de México asesinado en Culiacán, Sinaloa, en mayo de 2017.
Aunque Valdez investigaba los nexos de la política y el narcotráfico, Olmos resalta que la libertad de expresión también recibe amenazas «cuando toca intereses de corporaciones».
«Así como resulta un riesgo señalar actos de corrupción en el poder político y gubernamental, también representa un riesgo señalar los abusos, los excesos que comete el poder económico, todo a cambio de lograr y obtener mayor rendimiento, mayor utilidad, mayor ganancia», manifiesta.
México fue el país del mundo con más periodistas asesinados en 2019 con 10 casos, según Reporteros Sin Fronteras (RSF), mientras que Front Line Defenders documentó 24 asesinatos de defensores de derechos humanos y ambientales.
LA PROMESA DE LÓPEZ OBRADOR
Cuando asumió la presidencia de México en diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador prometió «separar el poder económico del poder político».
«Suena muy bien porque durante muchos sexenios habíamos visto como había un matrimonio entre el poder político y económico. Y esto yo creo que, de alguna forma, agravó los problemas de corrupción que se vivían en el país», opina Olmos.
Pero el investigador destaca contradicciones entre discurso y acciones, como el consejo de asesores en el que incluyó a empresarios que antes había cuestionado como candidato.
«Pareciera como si una vez que él llegó al poder, el solo hecho de tratar con ellos los hubiera purificado, como si todo su pasado, de señalamientos, de acusaciones, de involucramiento en actos de corrupción se hubiera borrado mágicamente», cuestiona.
LA TRIPLE PANDEMIA
Para ilustrar su argumento, Olmos habla de una triple pandemia, que tiene que ver con la actual crisis de covid-19, la influencia de la industria de alimentos en la epidemia de obesidad y la corrupción, que impacta al desabasto de medicamentos y las carencias del sistema de salud.
«Aborda una problemática que estamos viviendo todos, por eso me interesaba hacer ese arranque del libro con una analogía que hago entre la pandemia que estamos viviendo, la pandemia del covid, con la analogía que hago con la peste o la epidemia que se vive desde hace muchos años, de la corrupción», indica.
Para el periodista, la pandemia acentúa la atención pública sobre el rol de las corporaciones, en particular en el sector de alimentos, por las comorbilidades de obesidad, hipertensión y diabetes.
El investigador documentó que las recomendaciones sobre etiquetado y el contenido calórico de alimentos se habían hecho desde hace 16 años, pero hubo empresarios que frenaron las políticas.
«Eso a mí me parece dramático y que evidencia de forma muy concreta cómo los intereses de las grandes corporaciones terminan afectando a la población en general, en concreto en un aspecto tan fundamental como la salud», expresa.
