Río de Janeiro, 24 sep (EFE). El primero de los 36 cazas de combate Gripen que Brasil le encomendó al fabricante sueco SAAB realizó este jueves su vuelo inaugural en el espacio aéreo brasileño tras haber llegado al país el domingo a bordo de un navío y luego de un año de pruebas en Suecia.
El avión de combate, designado como F-39E y matriculado por la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) como FAB 4100, realizó un vuelo de poco más de una hora entre el aeropuerto de Navegantes, en el litoral del sureño estado de Santa Catarina, y la base que el fabricante brasileño de aviones Embraer tiene en Gaivao Peixoto, en el interior del estado de Sao Paulo.
Tras un vuelo inaugural de 560 kilómetros y sin utilizar su velocidad máxima (2.400 kilómetros por hora) por estar en fase de pruebas, el caza aterrizó hacia las 15.30 hora local (18.30 GMT) de este jueves en la pista que Saab y Embraer, socio de la sueca en el proyecto, utilizarán como base para nuevos vuelos de prueba.
«Fue una gran oportunidad hacer este primer vuelo y sentir en las alas el aire de Brasil», afirmó Marcus Wandt, el jefe del equipo de pilotos de prueba de la aeronave, en un video divulgado por SAAB Brasil en sus redes sociales.
El caza llegó el domingo pasado al puerto de Navegantes y al día siguiente fue trasladado en camión por las calles de esa ciudad hasta el aeropuerto local, en donde fue montado y preparado para su vuelo inicial.
«Realizamos algunas pruebas para tener seguridad de que el avión estaría listo para el vuelo. En Gaivao Peixoto vamos a programar las pruebas que serán realizadas en Brasil y seguir volando», aseguró Wandt, quien fue responsable por el vuelo inaugural de la aeronave en Suecia, el 26 de agosto de 2019.
Esta primera aeronave requiere de al menos 900 vuelos de prueba antes de que pueda ser certificada y entregada oficialmente a la Fuerza Aérea Brasileña.
El modelo para Brasil (Gripen E), una nueva versión del cazabombardero Gripen de SAAB, fue desarrollado en conjunto por ingenieros de la empresa sueca y de Embraer.
Brasil encomendó 36 aeronaves de combate, de ellas 28 monoplazas y 8 biplazas.
Tras un primer lote de aviones fabricados en Suecia, la producción será trasladada a las plantas en Brasil de Embraer, el tercer mayor fabricante de aviones del mundo y el principal beneficiario del acuerdo de transferencia de tecnología que SAAB firmó con el Gobierno brasileño.
El último lote de 15 unidades será totalmente fabricado en la planta de Embraer en Gaviao Peixoto con los ingenieros suecos actuando tan solo como consultores.
De acuerdo con los ejecutivos suecos, SAAB tiene negociaciones adelantadas para venderle el modelo brasileño del caza a países como Austria y Bulgaria, y planea utilizar su acuerdo con Embraer como una plataforma de exportación para producir cazas en Brasil y venderlos a otros países latinoamericanos.
La FAB, que inicialmente recibirá todas las unidades encomendadas entre 2021 y 2026, sustituirá varios de los cazas de su flota, principalmente los F-5 y los Mirage 2000, que ya están obsoletos.
SAAB se adjudicó en 2013 el contrato por 5.400 millones de dólares para venderle los 36 cazas a Brasil en una licitación en la que también compitieron los Rafale de la empresa francesa Dassault y los FA-18 Súper Hornet de la estadounidense Boeing.