Ciudad de México, 20 may (EFE).- El empresariado mexicano externó este sábado una «profunda inquietud» por el futuro de la inversión en México, tras un decreto presidencial que provocó la toma de instalaciones ferroviarias del sector privado en el Istmo de Tehuantepec, sureste de México.
Este viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto que declara de utilidad pública tres tramos por más de 120 kilómetros, propiedad de Grupo México, y los cede a la empresa estatal Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec.
«Más allá de la controvertida legalidad de dicho decreto, los empresarios externamos nuestra profunda inquietud por los efectos negativos que este tipo de decisiones generan en la confianza de invertir en México y de generar empleos, en un momento de grandes oportunidades», expresó en un comunicado el Consejo coordinador Empresarial (CCE).
El CCE, que encabeza la cúpula empresarial y reúne a las 14 organizaciones más grandes de empresarios en el país, también reiteró su «plena disposición» para entablar diálogos con el Gobierno mexicano.
Asimismo, el organismo, que agrupa a más de 2.000 asociaciones empresariales y contribuye con cerca del 80 % del producto interno bruto (PIB) mexicano, aseguró que se pueden construir las mejores opciones que detonen el desarrollo del país entre el sector público y privado.
«Incluso, ha sido enfático nuestro interés por participar en el proyecto de impulso al sur del país que tanto se necesita», expresó el CCE.
Sin embargo, los empresarios también advirtieron que se deben de procurar condiciones de plena certeza jurídica para alcanzar estos propósitos.
Así como para que se pueda fortalecer el interés de los empresarios mexicanos y extranjeros por invertir en los grandes proyectos de la nación mexicana, los cuales mencionó son «detonantes de dinamismo, bienestar y empleo».
En este sentido, externaron su disposición a mantener «el diálogo abierto y profundo», a fin de «construir y anticiparcon certidumbre las mejores definiciones de autoridad que coadyuven a mantener la confianza».
Además de fortalecer la inversión, el crecimiento, el empleo y el desarrollo de México, sostuvo el CCE.
Algunos especialistas, miembros de la oposición y colectivos de la sociedad civil en México coincidieron en que la ocupación temporal indefinida de tres tramos ferroviarios de Grupo México por el Gobierno mexicano es un golpe en la confianza de los inversionistas.
“El decreto por sí solo genera desconfianza para los empresarios en un clima de negocios que ya estaba deteriorado”, comentó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
La experta añadió que esta ocupación también “representa un golpe a la confianza de los inversionistas y puede generar un impacto negativo en la percepción de estabilidad y seguridad jurídica en el ámbito empresarial”.
Por su parte, Marko Cortés, del opositor Partido Acción Nacional (PAN) advirtió que «es una pésima señal para el mundo, un duro golpe a la certidumbre, contra la inversión y el crecimiento económico».
Mientras que la organización Sociedad Civil México expresó un «enérgico rechazo» a las medidas expropiatorias hechas por el Gobierno mexicano con un decreto.
«Las acciones de Andrés Manuel López Obrador ahuyentan las inversiones y representan una grave amenaza para nuestra generación de empleo, competitividad, el estado de derecho y la propiedad privada, generando un impacto negativo tanto en la inversión nacional como extranjera» señaló en un comunicado.
En este contexto, la Secretaría de Economía del Gobierno mexicano celebró en su cuenta de Twitter que la confianza de los inversionistas extranjeros y la relocalización de las cadenas de suministro en México se confirma con una inversión extranjera directa (IED) por 18.636 millones de dólares en el primer trimestre del año.