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7 de mayo de 2024

Fortalecen los negocios de la población vulnerable para superar la pobreza en Colombia

Medellín (Colombia), 14 nov (EFE).- Las galletas de soda aparecieron en la vida de Luz Amparo Tirado como una forma de subsistencia a través de un pequeño negocio que transformó con capacitación e incentivos al participar en un programa que fortalece la inclusión productiva de la población vulnerable en Colombia.

Apenas hace cuatro años aprendió a hornear este producto, popular en poblaciones de la región Caribe, con la idea de empezar junto a su pareja y un primo un proyecto propio, y así dejar de limpiar casas de familia, actividad que realizó cuando llegó al municipio de Caucasia, en el departamento de Antioquia (noroeste), desplazada por la violencia.

«La verdad no me gustaba nada hacer galletas, pero quería tener mi propio negocio y uno mismo mandarse», contó a Efe Luz Amparo.

Inspirada en unas tías que viven en Montería, capital del departamento caribeño de Córdoba, de esta preparación artesanal a base de harina, leche, huevos y corteza de limón, empezó un emprendimiento que al principio no proporcionó suficientes ingresos y obligó a que su compañero volviera a trabajar en una mina.

GARANTÍA PARA CUMPLIR SUEÑOS

Una hermana, con la que salió del municipio de Cáceres, en Antioquia, años atrás, le avisó que debían presentarse en el coliseo del pueblo para postularse a un programa que podía hacer despegar su pequeña empresa.

«Nos metieron en una lista y pasamos», recordó la mujer tras resultar beneficiada con la iniciativa Mi Negocio.

Este programa del Gobierno promueve y fortalece emprendimientos para que población vulnerable, entre ellos víctimas de desplazamiento forzado por el conflicto colombiano, reciba mejores oportunidades y genere ingresos para superar su situación de pobreza.

Desde su puesta en marcha, esta iniciativa ha acompañado a más de 10.000 emprendedores en 21 departamentos del país.

«Esto ha sido muy bueno. Aprendí muchas cosas, como por ejemplo a llevar la contabilidad y a tener más idea de cómo llevar mi negocio», detalló la microempresaria.

Para Luz Amparo, a partir de ese momento su negocio «cambió» porque además de capacitaciones con expertos recibió capitalización, representada en insumos para fabricar sus galletas, ya reconocidas en Caucasia.

Actualmente produce unos 120 paquetes de galletas de soda al día y son tres las personas que subsisten de esta pequeña empresa, que sacó a flote con el impulso del programa de Prosperidad Social.

ANTIOQUIA, CON INCLUSIÓN PRODUCTIVA

La directora de Prosperidad Social, Susana Correa, precisó que Mi Negocio promueve la inclusión productiva de la población vulnerable del país con capacitaciones en temas empresariales y activos productivos hasta por 3,5 millones de pesos (unos 960 dólares), representados en máquinas, equipos o insumos.

«El proceso concluye con visitas de acompañamiento para verificar el uso correcto de los recursos y las puestas en marcha o refuerzos de las iniciativas con miras a afianzar su sostenibilidad», enunció.

En Antioquia, donde es operado por la Unión Temporal Presencia Interactuar, este programa consiguió con éxito impulsar emprendimientos y apoyar en la reactivación económica en tiempos de coronavirus.

Durante el proceso, que inició en el segundo semestre de 2019 y se extendió hasta septiembre de 2020, fueron beneficiados 727 emprendedores en los municipios de Caucasia, Nechí, Cáceres, Tarazá y Valdivia, comunidades que han enfrentado «muchas dificultades», entre ellas la violencia y la afectación por desastres naturales.

MUJERES, PROTAGONISTAS

La directiva indicó que en esta región fueron fortalecidos 117 negocios, mientras que con su apoyo 610 participantes lograron iniciar un emprendimiento para generar ingresos para ellos y sus familias.

Asimismo, destacó que el programa Mi Negocio impulsara el «empoderamiento» de la mujer, como «protagonista del desarrollo social y económico del territorio».

De los 727 emprendedores antioqueños que hacen parte de la iniciativa, 669 son mujeres.

Además de Luz Amparo con su empresa de galletas, Correa destacó historias de emprendedoras como Lida Yepes, de Valdivia, que fortaleció su emprendimiento de servicios de peluquería; Omaira Cuello, en Caucasia, que abrió un negocio de comidas rápidas, y Luz Mary Mendoza, en Tarazá, que sacó adelante su tienda de abarrotes para que su comunidad consiga productos de la canasta familiar.