Lima, 9 feb (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que «los acontecimientos políticos recientes» en Perú, un país que atraviesa una crisis marcada por las protestas antigubernamentales, «sugieren que el Gobierno debe trabajar en todo el espectro político para restaurar la confianza y preservar la estabilidad».
«Los acontecimientos políticos recientes sugieren que el Gobierno debe trabajar en todo el espectro político para restaurar la confianza, preservar la estabilidad, acelerar las reformas estructurales para impulsar la actividad económica y abordar la desigualdad, la pobreza y las debilidades en los sistemas de educación y salud», reza un comunicado del FMI.
En el mismo, se indica que una misión del FMI se reunió con las autoridades peruanas entre el 24 de enero y el 8 de febrero pasado para abordar la situación del país y las políticas prioritarias.
En el documento, explican que las perspectivas de Perú «son muy inciertas», algo en lo que influye «una intensificación de los efectos secundarios» de la guerra en Ucrania, «una desaceleración global abrupta con la volatilidad de los precios de las materias primas asociada», así como » un posible desanclaje de las expectativas de inflación que obliguen a un mayor endurecimiento de las condiciones financieras mundiales».
Entre los principales riesgos internos incluyen «una intensificación de la incertidumbre política, el malestar social por los acontecimientos políticos y los desastres naturales, que podrían obstaculizar la actividad económica y poner en riesgo la consolidación fiscal planificada a mediano plazo».
También consideran que «los riesgos al alza incluyen un ‘aterrizaje suave’ en países socios comerciales clave y una aceleración de las reformas estructurales en el país».
Acerca de estos retos, consideran que «controlar la inflación es el desafío político más inmediato», si bien el FMI destacó que «el enfoque basado en datos del banco central sigue siendo apropiado».
También señalaron que «un pequeño impulso fiscal focalizado» y con carácter temporal «es apropiado en el corto plazo».
En el mismo sentido, subrayaron la importancia de «una estrategia bien articulada para impulsar el crecimiento y la resiliencia».
Por ello, consideran que «las autoridades deben acelerar las reformas estructurales para abordar los efectos devastadores de la pandemia y eliminar los impedimentos para un crecimiento inclusivo y sostenible».
En este sentido, observaron que el proceso de adhesión a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) «brinda la oportunidad de definir una agenda de reformas estructurales bien articulada».
A su juicio, los esfuerzos de reforma deben centrarse en impulsar la productividad, mejorar el capital humano, incrementar las mejoras de la gobernanza del país «a través de la digitalización y una mayor transparencia, instituciones anticorrupción más fuertes y reformas regulatorias del sector corporativo».
Finalmente, ven importante «reducir los riesgos climáticos a través de inversiones públicas y contribuciones del sector privado».
