Lima, 29 dic (EFE).- La gran refinería de Talara, que requirió de una inversión superior a los 5.000 millones de dólares, entró este viernes en operación plena en el norte de Perú, un día que fue considerado «histórico» por la presidenta Dina Boluarte.
La gobernante viajó hasta la región norteña de Piura, fronteriza con Ecuador y donde se encuentra Talara, para participar en la ceremonia de inicio de operación plena de la refinería.
«Esta es una jornada histórica que nos convoca hoy en Talara», señaló antes de indicar que se «abre el camino a la consolidación» de Perú «en materia de energía e hidrocarburos».
Boluarte recordó que hace 11 meses visitó la refinería para anunciar el inicio de «la producción de combustibles limpios y amigables con el ambiente» y agregó que «hoy este proceso ha culminado».
«Podemos anunciar al Perú y al mundo que la nueva y moderna refinería se pone hoy en marcha en Talara y opera en toda su capacidad», enfatizó.
La mandataria consideró, además, que esta es «una megaobra fundamental que fortalece» la «seguridad energética» de su país, ya que «podrá procesar hasta 95.000 barriles de petróleo por día».
«La nueva refinería de Talara es un verdadero motor de desarrollo que permitirá convocar a nuevas inversiones», sostuvo antes de añadir que esta obra «va de la mano con repotenciación» de la petrolera estatal Petroperú.
El pasado 28 de noviembre, el presidente del directorio de Petroperú, Pedro Chira, anunció que la refinería estaría plenamente operativa antes de que concluya este año, ya que se estaban «completando las pruebas de garantía para tener el 100 % de la refinería trabajando a plena producción».
Al referirse al suministro de 95.000 barriles para refinar, sostuvo que, «la producción nacional no es suficiente», por lo que se necesitará «continuar comprando el resto de producción».
Indicó, sin embargo, que «la cantidad de combustibles a importar va a disminuir drásticamente», si bien van a «tener un pequeño volumen siempre de importación» por la demanda del mercado nacional.
Petroperú anunció a fines de agosto pasado que la refinería ya había quedado lista para procesar 95.000 barriles de petróleo por día, tras completar los procesos de craqueo catalítico y flexicoking (refinación basada en el craqueo térmico de los residuos pesados), y procedería a la venta de gas licuado de petróleo (GLP) a partir de septiembre en el norte del país.
La petrolera señaló que concluyó las maniobras de arranque de las unidades más importantes de la refinería, cuyo proceso de modernización tomó varios años y una inversión superior a los 5.000 millones de dólares.
La nueva gran refinería no depende de ningún tipo de crudo pesado en específico, ya que está preparada para procesar los distintos tipos que existen en el mercado peruano e internacional.
