Buenos Aires, 5 may (EFE).- El sector industrial de Argentina logró crecer en el primer trimestre del año, pero su evolución futura genera incertidumbre, en medio de un incipiente declino de las expectativas empresariales ante los desafiantes problemas macroeconómicos del país, principalmente la elevada inflación.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó este jueves que la actividad industrial de Argentina acumuló en el primer trimestre un alza del 3,7 %.
De acuerdo con el informe, los sectores que lideraron el crecimiento industrial en el primer trimestre fueron motocicletas y otros equipos de transporte (50,7 %), prendas de vestir (25,8 %), maquinaria y equipo (12,5 %), tabaco (10,3 %) y química (6,9 %).
Según fuentes oficiales, la producción industrial se ubicó en marzo 8,6 % por encima del nivel precovid de febrero de 2020 y a solo 6,9 % del máximo de septiembre de 2017.
ENFRIANDO MOTORES
Sin embargo, de acuerdo con los datos oficiales, el sector manufacturero registró en marzo pasado un crecimiento interanual del 3,6 %, lo que revela una fuerte desaceleración respecto a la tasa de expansión del 8,7 % interanual verificada en febrero último.
Además, según los datos del Indec, la producción industrial bajó en marzo 1,9 % respecto a los niveles de febrero.
En el tercer mes de 2022 se observaron avances interanuales en 12 de las 16 ramas industriales incluidas en el indicador, aunque en 13 de ellas el desempeño fue peor al observado en febrero.
El Indec también dio a conocer este jueves otro indicador que hace vislumbrar signos de enfriamiento económico, el de la actividad de la construcción, que en marzo registró un alza interanual de apenas el 1,9 %, una caída del 4,1 % frente a febrero pasado y un crecimiento acumulado en el tercer trimestre de tan solo el 1,3 %.
OBSTÁCULOS
La industria argentina había registrado en 2021 un crecimiento del 15,8 %, poniendo fin a tres años de caídas en medio de la recesión económica agravada por la pandemia, pero para 2022 los pronósticos privados son de desaceleración en el ritmo de expansión de la producción manufacturera.
«En cuanto a las perspectivas, la aceleración de la inflación, las dificultades energéticas y un contexto político enrarecido, más un frente externo deteriorado, no dejan mucho lugar para el optimismo», señaló la consultora Orlando Ferreres & Asociados en su último informe sobre la producción industrial.
Por su arte, la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) apuntó en un informe que a los «obstáculos» que enfrenta la industria —problemas en cuanto al acceso de divisas, al suministro energético, conflictos sectoriales, menor tracción de los socios comerciales y encarecimiento del crédito—, se suma el «deterioro de las expectativas que produce el salto en el registro inflacionario», del 55,1 % interanual en marzo último.
«En perspectiva, luego de la mejora de la actividad industrial observada en el primer trimestre, se esperan desempeños sectoriales dispares», señaló FIEL.
EXPECTATIVAS EN DECLIVE
Este deterioro en las expectativas también se evidencia en encuestas sectoriales privadas.
El índice de expectativas industriales elaborado por el Instituto de Economía (INECO) de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) bajó en abril a 50,1, un nivel aún dentro de la «zona de expansión económica» percibida por las empresas, pero acercándose al límite de la zona de «perspectivas de contracción» y con la variable de la producción industrial esperada para los próximos tres meses ya situada en esa «zona roja».
«Según este indicador, se frenó la recuperación, posiblemente porque la inflación subió fuerte», observó el coordinador del INECO, Fausto Spotorno.
