Caracas, 30 dic (EFE).- El crecimiento económico de Venezuela, de un 17,73 % entre enero y septiembre respecto al mismo lapso de 2021, se ha desacelerado en los últimos meses, especialmente en diciembre, cuando se ha registrado una rápida devaluación de la moneda local -el bolívar- frente al dólar, un encarecimiento de precios, contracción del consumo y una escasez cada día más fuerte de la gasolina.
Tras caer un 80 % durante 7 años consecutivos, la economía del país ha mostrado en 2022 signos de recuperación como resultado de un cambio en las políticas del Ejecutivo, que se ha abierto al dólar, tras años de rechazo a la divisa, y a inversionistas privados, a la vez que redujo los controles y las intervenciones a empresas, según expertos.
Sin embargo, algunos de los problemas que se habían aliviado, entre ellos la acelerada devaluación del bolívar y las fallas en el suministro de combustible, han regresado, lo que -a juicio de economistas- ha provocado que se desacelere el crecimiento, sin que eso signifique que el país vaya a cerrar 2022 en negativo.
LA MONEDA CAE Y LA INFLACIÓN SUBE
El bolívar ha registrado en diciembre la mayor tasa de devaluación en el último año, al caer un 35 % frente al dólar este mes, período en el que el precio de la divisa subió de 11,25 bolívares a 17,48 bolívares en el mercado oficial, un alza de un 55 %, según el Banco Central de Venezuela (BCV).
Esto afecta principalmente a los trabajadores del sector público, cuyo salario mínimo cayó a 7,43 dólares, después de equivaler a 29,68 dólares en marzo, cuando el Gobierno aprobó un incremento del salario y de la pensión, el último decretado hasta la fecha. Hoy, este ingreso no alcanza para comprar un kilo de carne de res, que en carnicerías de Caracas lo venden entre 8 y 10 dólares.
La subida del precio de la divisa también tiene un impacto directo en los bienes y servicios, fijados, en su mayoría, en la moneda norteamericana, por lo que los expertos alertan de una aceleración de la inflación, que esperan cierre diciembre en más de un 30 %, lo que sería la tasa más alta desde abril de 2021, cuando llegó a 33,4 %, según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).
El economista y exdiputado José Guerra, miembro de este ente independiente, afirmó que la economía vive un momento «crítico» a finales de 2022, reflejado en una «aceleración pronunciada de los precios», por lo que el país corre «el peligro de que vuelva el proceso de hiperinflación», del que salió en diciembre de 2021 luego de cuatro años.
GASOLINA
Desde principios de diciembre, buena parte del país enfrenta nuevamente una escasez de gasolina, hasta hace poco aliviada, lo que ha generado largas colas en las estaciones de servicio en Caracas y varios estados, incluyendo la región petrolera de Zulia (oeste).
En un breve comunicado, la Federación Venezolana de Cámaras de Comercio y Producción (Fedecámaras) en Zulia solicitó esta semana «a las autoridades gubernamentales información» ante la «grave situación de escasez».
Por otra parte, la producción petrolera, que tuvo un fugaz incremento en los últimos meses de 2021, cerró noviembre en 693.000 barriles por día (bpd), lo que significa una caída de un 8 % desde enero (755.000 bpd), cuando el presidente Nicolás Maduro prometió que el bombeo de crudo alcanzaría los dos millones de bpd a finales de 2022.
UN RITMO QUE SE RALENTIZA
El ritmo de crecimiento que venía registrando la economía en los dos primeros trimestres de 2022 empezó a ralentizarse en el tercero, según las cifras presentadas este viernes por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Luego de registrar tasas de incremento de 17,45 % y 23,30 % en el primer y segundo trimestre del año, respectivamente, el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 13,22 % entre julio y septiembre, respecto al mismo lapso de 2021.
El sector petrolero, por su parte, tras crecer un 37 % tanto en el primer como en el segundo trimestre, aumentó su actividad en un 8,48 % en el tercero, siempre según el BCV.