La Paz, 3 oct (EFE).- La sequía que se vive en Bolivia está poniendo en riesgo los cultivos como la papa, y varias familias en el altiplano boliviano están preocupadas porque están al «borde de pasar hambre», señaló la organización Save The Children.
La sequía en la altiplánica Potosí está provocando que se reduzca el caudal en dos tercios, pasando de 180 litros por segundo a 60, muchas de las familias no tienen acceso al agua a diario y en algunos lugares solo pueden conseguirla una vez a la semana, según datos de la ONG.
Esta situación, debido a las altas temperaturas, está generando que muchas de las cosechas se arruinen y que las familias se queden sin alimentos y sin su forma de sustento.
«No hemos cosechado casi nada. El cultivo se agusanó y no ha llovido desde el año pasado, así que la cosecha no es buena», indicó Nimia, sin dar su apellido, en un comunicado de la organización.
Silvia, quien es madre de cinco hijos en Potosí, perdió la mayor parte de su cultivo de papas por el clima seco, lo que pudo salvar le ha servido para alimentar a sus hijos y tiene que esperar hasta la próxima cosecha para volver a probar suerte.
Durante generaciones, las papas han sido un «salvavidas agrícola» en el altiplano, desde que se cultivó por primera vez hace unos 8.000 años, se caracteriza por ser «versátil» y que se «adapta», pero ahora también «está en riesgo por las cambiantes condiciones climáticas».
«Si las escasas cosechas siguen empeorando, el hambre en Bolivia se incrementará. Esto sirve como un duro recordatorio de que la batalla contra el hambre está estrechamente ligada a la salud de nuestro planeta y a la resistencia de nuestros sistemas alimentarios», manifestó Marianela Montes de Oca, directora de Save The Children Bolivia.
Ante esta situación, la organización pidió a los Gobiernos que se tomen medidas ante la crisis climática y que se reconozca a los niños como «agentes clave de cambio».
Bolivia atraviesa por una de las sequías más extremas en los últimos años y, según los expertos, la situación podría ser más dramática ya que el país recién transita hacia el fenómeno de El Niño, caracterizado por la falta de lluvias.
El Gobierno reportó que prácticamente un tercio de los 340 municipios del país se declararon en desastre ante la falta de agua que afecta los cultivos, el ganado y las provisiones del líquido para el consumo humano.
La sequía y los altos niveles de la temperatura también han acelerado el derretimiento de los glaciares de la cordillera de los Andes y podría tener consecuencias en la seguridad alimentaria e hidroeléctrica del país, según los expertos.
Además, el emblemático lago Titicaca, compartido con Perú, considerado el navegable más alto del mundo, marcó su mínimo histórico debido a la intensa sequía.